Autoridades defienden el protocolo y lamentan "fallo humano" de contagiada

  • Las autoridades del gobierno de la región de Madrid defendieron hoy los protocolos que se siguieron en el tratamiento de los dos misioneros infectados por ébola que fueron repatriados a España y lamentaron que el único caso de contagio hasta ahora se debió a "un error humano".

Madrid, 9 oct.- Las autoridades del gobierno de la región de Madrid defendieron hoy los protocolos que se siguieron en el tratamiento de los dos misioneros infectados por ébola que fueron repatriados a España y lamentaron que el único caso de contagio hasta ahora se debió a "un error humano".

En una conferencia de prensa, el consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Gobierno regional de Madrid, Salvador Victoria, se refirió a "un desgraciado error humano, un accidente" que pudo cometer la auxiliar de enfermería Teresa Romero, quien atendió al misionero Manuel García Viejo, quien falleció el 25 de septiembre a consecuencia del virus del Ébola.

El estado de la auxiliar de enfermería, quien está siendo tratada con un plasma procedente de una enferma que consiguió superar la enfermedad, ha empeorado en las últimas horas, según las autoridades sanitarias.

En la conferencia de prensa, Salvador Victoria envió un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos, al asegurar que el sistema sanitario madrileño es "de una calidad excepcional", tanto sus profesionales como los medios de los que disponen, y que si ha habido un contagio se debe a un "desgraciado error humano, a un acto reflejo" de la sanitaria.

El consejero insistió en el hecho de que en la atención a los dos misioneros participó un equipo de 60 profesionales, y sólo Teresa Romero ha resultado contagiada por un "error", que "ella ha reconocido", en el momento de desprenderse del traje de protección, en que se tocó la cara con un guante.

Los otros sanitarios están siendo sometidos a un seguimiento "por prudencia", la mayoría en su domicilio -donde se toman la temperatura dos veces al día e informan a los médicos- y otros "voluntariamente están ingresando" para ser observados, explicó.

"Vamos a seguir este protocolo, porque se ha demostrado que funciona", añadió el consejero, quien se mostró partidario de que no se hagan análisis o no se tomen medidas excepcionales si no hay síntomas evidentes de padecer la enfermedad, en este caso tener fiebre de más de 38,6 grados.

"Hay que tener tranquilidad", insistió el funcionario.

Tras remarcar que la auxiliar se presentó como voluntaria para atender a los dos misioneros, afirmó que "es algo digno de reconocer por parte de todos", y subrayó que ahora el "objetivo" de las autoridades médicas es "atender de la mejor forma posible a Teresa". "Vamos a emplear todos los conocimientos y todos los medios humanos y materiales para que su situación mejore".

Victoria defendió también que se sacrificara el perro de Romero y su esposo, Javier Limón, llamado Excálibur, al considerar que el animal suponía "un factor de riesgo", y las autoridades médicas "tienen que tomar decisiones para priorizar la salud pública".

Por la misma razón, ha continuado, se procedió a la limpieza del domicilio y de las zonas comunes del edificio donde residen la paciente y su marido.

El funcionario respaldó la decisión del Ministerio de Sanidad de repatriar a los dos religiosos infectados, García Viejo, procedente de Sierra Leona, y Miguel Pajares desde Liberia.

Ambos murieron pocos días después de ser ingresados en el Hospital Carlos III de Madrid, donde está Teresa Romero y otras seis personas, entre ellas su marido y tres médicos, como sospechosas de haber sido infectados.

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