(avance) tarjetas. Torres posada dice que ugt se financiaba con el dinero de las dietas de caja madrid


El que fuera miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid en representación del Sector de Empleados de UGT entre los años 2001 y 2006, Eduardo Torres Posada, aseguró hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que las dietas que cobraba en la caja se ingresaban directamente en una cuenta del sindicato, que además siempre estuvo al tanto del uso de las tarjetas por parte de los consejeros nombrados a propuesta suya.
Torres explicó en su declaración que nunca cobró las dietas correspondientes a su actividad como miembro de la Comisión de Control y que éstas se ingresaban directamente en una cuenta de la que era titular UGT. Esta es una de las razones que ha esgrimido para justificar el uso de la tarjeta para gastos relacionados con su actividad.
Insistió en que este modelo de gestión de ingresos estaba controlado internamente por la sección sindical de gastos y era igual para todos sus representantes en distintas instituciones y estaba avalado por la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT, cuyo secretario general era Cándido Méndez.
El juez interrogó hoy, jueves, a otros 13 exdirectivos de Caja Madrid que están imputados por utilizar las tarjetas opacas de la entidad en las que se cargaron gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012. El magistrado tomó declaración a ocho vocales nombrados a propuesta del PP, entre los que se encuentran el expresidente de Renfe Miguel Corsini, que cargó 46.700 euros, y el exgerente de los populares madrileños Beltrán Gutiérrez, que gastó 58.000.
Los otros seis son Cándido Cerón, que gastó 79.200 euros; Fernando Serrano Antón (78.600), Darío Fernández Yruegas (69.800), José María Buenventura (63.000), Juan Emilio Iranzo (46.800) y Manuel José Rodríguez González (37.100).
También estaban citados el exdiputado socialista José Acosta Cubero (62.300) y su compañero de partido Santiago Javier Sánchez Carlos (46.400); los sindicalistas de UGT Miguel Ángel Abejón (109.300) y Eduardo Torres Posada (82.300) y el representante de CEIM Alejandro Couceiro (68.400).
El testimonio más novedoso fue el de Torres Posada, quien aseguró que la tarjeta que le entregaron era para gastos de representación “en sentido amplio” y la usó incluso después de haber dejado su puesto, porque le dijeron que podía hacerlo “mientras funcionase”.
Explicó que un primer bloque de gastos lo destinó a viajes, alojamiento y comidas a las que invitaba a trabajadores en funciones de representación, y también a vestuario apropiado para desempeñar su función.
Después explicó al juez un segundo bloque de gastos que consideró derivados de su actividad sindical, en virtud los cuales pagó comidas con empleados y representantes de UGT en distintas zonas de España. Además, llegó a gastar 29.212 euros en papelería e imprenta en la empresa Serviprint para la impresión de octavillas, circulares y carteles que difundían la actividad del sindicato.
Se da la circunstancia de que el exconsejero de UGT en la caja ya fallecido, Félix Manuel Sánchez Acal, fue expulsado del sindicato precisamente por negarse a entregar las dietas que recibía.

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