El Gobierno barajó renovar los aviones VIP que usan el presidente y los ministros

  • Presidencia mantuvo contactos con dos empresas especializadas, pero desechó las propuestas por el elevado coste que supondría para las arcas públicas.
Pedro Sánchez en la base aérea de Torrejón de Ardoz
Pedro Sánchez en la base aérea de Torrejón de Ardoz
Moncloa

El Gobierno de Mariano Rajoy llegó a plantearse renovar la flota oficial de aviones VIP que utilizan el presidente del Gobierno y sus ministros para sus desplazamientos de medio y largo alcance. Fue una iniciativa que llevó a cabo el gabinete de Presidencia durante la etapa de Jorge Moragas, pero que no llegó a fructificar por el elevado coste que hubiera supuesto para las arcas públicas. "Los tendrían que pagar hasta nuestros nietos", es la conclusión a la que llegaron en Moncloa.

La operación se estudió debido a que los aviones oficiales del Gobierno se encuentran anticuados. De hecho, ya se han producido algunas averías de consideración en algunos de estos aparatos. Es el caso del percance que afectó al presidente del Gobierno hace unas semanas cuando tenía que desplazarse hasta Valencia desde la base área de Torrejón de Ardoz. El Falcon 900 intentó despegar pero, en plena pista, el piloto detectó que no todo marchaba como debería y abortó la maniobra, tal y como avanzó La Información.

Los aparatos, en efecto, tienen una antigüedad superior a los treinta años y necesitan un mantenimiento constante. Los dos Dassault Falcon 900 fueron fabricados en enero de 1984 y adquiridos por España en 1988. Este año, por tanto, han cumplido treinta y cuatro años de servicio. El Airbus A310, por su parte, es aún más viejo: el aparato realizó su primer vuelo abril de 1982 y entró en servicio en nuestro país en 2003. "Son aviones que no se renuevan y ningún Gobierno se va a atrever a acometer una inversión de este tipo por lo impopular que es", afirman fuentes de Presidencia del Gobierno.

Pero el Gobierno de Rajoy sí llegó a estudiar una renovación total de las aeronaves o, al menos, un lavado de cara parcial que pudiera servir para disponer de unos aparatos en condiciones durante los próximos años. De esta forma, el gabinete presidencial estableció contactos con firmas especializadas en aviación para intentar acometer una medida necesaria para garantizar, aún más si cabe, la seguridad del jefe del Ejecutivo, sus ministros y los miembros de la Casa Real cuando realizan desplazamientos por el aire.

La Información ha podido conocer cuáles fueron las opciones que se manejaron en base a la propuesta que realizaron las compañías con las que contactó el entonces Gobierno del PP. Uno de los proyectos presentados pasaba por sustituir los Falcon 900 por cinco aparatos Gulfstream G550, que son los aviones que utiliza el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para desplazamientos rápidos y cortos, y que permiten una mejor logística antes de utilizar el Air Force One. La compañía también propuso sustituir los Airbus A310 por dos Boeing 787. Ambas opciones supondrían un notable avance para los aviones VIP tanto en mejoras técnicas como en capacidad.

La segunda propuesta partió de la firma Galisteo Aviation, una UTE formada por Iberia, Altran y la propia Galisteo. Esta opción era algo más económica que la primera ya que su plan pasaba por restaurar de manera íntegra los Falcon 900 y sustituir los A310 por Airbus A300. En este caso, la tripulación de las aeronaves sería la misma que la actual y no harían falta nuevos medios humanos. 

Las fuentes consultadas aseguran que ambas propuestas fueron desechadas en una fase inicial de los trámites por el elevado coste, tanto económico como de imagen, que supondría tomar una decisión como esta. Incluso en Presidencia se llegó a hablar de que si algún día se renuevan estos aviones VIP deberá hacerse como si fuera un acuerdo de Estado, es decir, poniendo de acuerdo a varios partidos políticos.

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