Ban defiende la labor y la independencia del Tribunal Especial del Líbano

  • Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, defendió hoy la labor y la independencia del Tribunal Especial del Líbano (TEL) de las acusaciones de algunas fuerzas políticas libanesas que lo consideran politizado.

Ban defiende la labor y la independencia del Tribunal Especial del Líbano
Ban defiende la labor y la independencia del Tribunal Especial del Líbano

Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, defendió hoy la labor y la independencia del Tribunal Especial del Líbano (TEL) de las acusaciones de algunas fuerzas políticas libanesas que lo consideran politizado.

"Quiero reafirmar nuestra confianza en el importante trabajo que realiza el tribunal", afirmó en una conferencia de prensa el máximo responsable de Naciones Unidas.

Asimismo, aseguró que el tribunal "es una institución judicial internacional independiente y cuenta con sus propias reglas", y recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU le entregó el mandato de "descubrir la verdad y poner fin a la impunidad" acerca del asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri en 2005.

"Su trabajo es importante, y debe seguir adelante. Insto a todos los libaneses y los países de la región no prejuzgar el resultado o interferir el trabajo del tribunal", agregó.

Hizbulá y sus aliados han arreciado en las últimas semanas sus ataques contra el tribunal internacional después de que se filtrara la posibilidad de que se impute a responsables del grupo chií libanés por el magnicidio de Hariri.

Han pedido la abolición del tribunal especial y amenazan con emplear todos los medios a su alcance para obtenerla, lo que ha hecho aumentar el temor de que pueda estallar una guerra entre suníes y chiíes.

El Tribunal Especial para el Líbano (TEL) fue creado en 2007, por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, para investigar el asesinato de Hariri y otras 22 personas el 14 de febrero de 2005, un crimen que conmocionó al país y a la región.

En un principio las sospechas se dirigieron a los servicios secretos sirios, aunque el primer ministro Saad Hariri, hijo de Rafic, recientemente indicó que fue un "error" apuntar a Damasco.

Por otro lado, el jefe de Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, ha acusado a Israel de estar presuntamente involucrado en el atentado, y presentó indicios que, según él, demuestran una posible pista israelí.

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