Bangkok, la ciudad que nunca duerme, se echó una cabezada

  • Bangkok, conocida como la "ciudad que nunca duerme" por su ajetreada vida nocturna, se fue anoche a la cama en tensa calma y con calles y avenidas desiertas a raíz del toque de queda impuesto por los militares que el jueves dieron un golpe de Estado.

Noel Caballero

Bangkok, 23 may.- Bangkok, conocida como la "ciudad que nunca duerme" por su ajetreada vida nocturna, se fue anoche a la cama en tensa calma y con calles y avenidas desiertas a raíz del toque de queda impuesto por los militares que el jueves dieron un golpe de Estado.

Los recintos de entretenimiento nocturno, abarrotados a diario por turistas y locales, se vieron obligados a apagar las luces y colgar el cartel de cerrado para no afrontar sanciones por parte de la Junta.

Según apuntaron los militares, aquellas personas que desafíen el toque de queda serán condenados a un año de prisión, aunque se han establecido varias excepciones, entre ellas, trabajadores del servicio sanitario o viajeros que tengan sus vuelos entre las 22:00 y las 05:00, cuando está decretada la medida.

Lugares de dudosa reputación como el Soi Cowboy, Nana Plaza o Patpong, afamados por la gran concentración de negocios con luces de neón, aparecían despoblados en las fotos publicadas en las redes sociales.

La zona de Khao San, área de descanso para miles de jóvenes turistas con bajo presupuesto, también abandonó al menos por una noche el alboroto y juerga de los visitantes para sumirse en el letargo y la tranquilidad impuesta por los militares.

Los militares indicaron este viernes que el toque de queda seguirá vigente "hasta nuevo aviso".

"Si quieren que estemos en casa, por lo menos déjenos ver la televisión con normalidad", se quejaba un usuario en la red social Twitter.

La programación habitual de todos los canales de televisión locales e internacionales, como la BBC y la CNN entre otras, fue bloqueada para conectar con la señal donde los militares realizan los anuncios de las medidas adoptadas.

Esta medida permite garantizar a la población el acceso a las "noticias exactas", asegura el cuerpo castrense.

Además, miles de emisoras de radio han dejado de transmitir y la Junta vigila exhaustivamente los comentarios "negativos" escritos en las redes sociales.

El jefe del Ejército de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, asumió el jueves todo el poder después proclamar la ley marcial el martes y de considerar fallidos los intentos de que el Ejecutivo interino y los antigubernamentales alcanzasen un acuerdo.

En las horas siguientes, el general decretó el toque de queda, prohibió las reuniones públicas y suspendió la Constitución.

El golpe militar pone fin a ocho meses de manifestaciones antigubernamentales que han causado 28 muertos y más de 800 heridos.

Este es el duodécimo golpe de Estado que perpetran los militares en Tailandia desde la caída de la monarquía absolutista, en 1932, además de siete intentonas.

La anterior asonada ocurrió en 2006 y depuso al primer ministro Thaksin Shinawatra también entre multitudinarias manifestaciones.

Los golpistas de entonces derogaron la Constitución, redactaron otra, la hicieron aprobar en referéndum y convocaron elecciones a finales de 2007.

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