Barcina reclama a la audiencia nacional “justicia” por los tartazos recibidos en toulouse en 2011


La presidente de Navarra, Yolanda Barcina, reclamó hoy en su declaración como testigo en el juicio contra los cuatro acusados de lanzarle varios tartazos en un acto celebrado en octubre de 2011 en la ciudad francesa de Toulouse que se haga “justicia” ante una agresión que la dejó “desorientada” y por la que tuvo que abandonar el auditorio.


En la vista que la Sección Primera de lo Penal está celebrando en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), Barcina explicó que durante la reunión del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos celebrada el 27 de octubre de 2011 vio como varias personas bajaban desde las gradas y pensó “que iban a protestar haciendo una sentada, cuando de repente uno saca una tarta de una carpeta y me la estampa en la cara”.
La presidenta de Navarra aseguró que no le hicieron “mucho daño” pero que permaneció “desorientada” porque “el merengue no me dejaba ver”. Además añadió que se trata de la “primera agresión” que sufre
Barcina señaló que su primera declaración la hizo muy rápido y “no dije muchas cosas, como que me habían estropeado la ropa por ello realice una declaración complementaria”.
La dirigente de Unión del Pueblo Navarro (UPN) relató como“con el golpe que recibí, con el merengue en los ojos y los ojos cerrados no podía reconocerles” y explicó que en ese instante “buscaba una salida” de forma instintiva. “A mi nunca nadie me ha puesto la mano encima, esta es la primera vez” insistió Barcina.
LOS ACUSADOS NEGARON LOS HECHOS
Los procesados Gorka Ovejero, Julio Martin Villanueva, Ibón García y Mikel Álvarez han coincidido por su parte a la hora de asegurar que el 27 de octubre de 2011, cuando tuvieron lugar los hechos, no se encontraban en la ciudad de Toulouse.
En su declaración, Ovejero aseguró que en esas fechas se encontraba en un centro macrobiótico puesto que es vegetariano desde hace más de trece años. Los otros tres acusados alegaron que se encontraban en sus respectivos domicilios.
Los cuatro añadieron que se conocen desde hace muchos años de “participar en actividades contra el TAV”, en referencia al Tren de Alta Velocidad, y denunciaron que su imputación en este juicio solo persigue criminalizar las reivindicaciones contra esta infraestructura.
Respecto a la pena de cinco años de cárcel que solicita para ellos la Fiscalia, todos coincidieron en afirmar que estos hechos suelen estar penados como “infracciones administrativas”.
En la entrada a los juzgados de la Audiencia Nacional en la localidad de San Fernando (Madrid) los cuatro acusados fueron recibidos entre aplausos y cánticos de más de medio centenar de simpatizantes del movimiento Mugitu. Los manifestantes portaban pancartas donde se pedía la libertad para los procesador con lemas como “Libertad Tartalari” o “Stop TAV”.
FISCALIA PIDE CINCO AÑOS DE PRISIÓN
La Fiscalía pide cinco años de prisión para los cuatro acusados por un delito de atentado contra la autoridad y solicita además una multa de 90 euros para cada uno de ellos.
La fiscal encargada del caso, Blanca Rodríguez, sostiene en su escrito de acusación que en octubre de 2011, durante el Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, en el que participaban España, Andorra y Francia, los acusados, sobre las 16.30 horas, lanzaron varias tartas a Yolanda Barcina , quien se encontraba en el acto como presidenta de la Comisión Transpirenaica.
Barcina , en su declaración ante el juez Santiago Pedraz en noviembre de 2011, aseguró que los tartazos le hiceron daño debido a la consistencia “del merengue francés”. Durante la comparecencia, que duró unos pocos minutos, Barcina relató cómo se produjo la agresión y explicó que tras recibir el impacto de las tartas dejó de ver y tuvo que ser evacuada del salón en el que se celebraba la reunión.
ATAQUE PLANIFICADO
La fiscal señala que ocho personas, perfectamente coordinadas en dos grupos de cuatro, se levantaron en mitad del acto de las gradas destinadas a los asistentes y se dirigieron a las autoridades. El primero en actuar fue Gorka Ovejero, que sacó de una carpeta una tarta y de forma sorpresiva la lanzó contra Barcina .
Mientras la presidenta permanecía aturdida, los acusados Julio Martin e Ibón García se acercaron por detrás a la presidenta, que estaba privada de visión como consecuencia del impacto de la tarta, y usando el mismo procedimiento estamparon en su cara otras dos tartas que llevaban ocultas. Por su parte, Mikel Álvarez irrumpió en la ponencia apoyando a sus compañeros.
Como consecuencia, Yolanda Barcina quedó desorientada y aturdida, debiendo ser atendida y sacada del recinto por el personal de seguridad, según la fiscal Rodríguez.
Esta actuación fue reivindicada por el movimiento de desobediencia al Tren de Alta Velocidad (TAV) Mugitu. En el escrito, se reconocía como integrantes del movimiento a las ocho personas que interrumpieron el acto, entre los que se encontraban los cuatro procesados, no habiendo sido identificados el resto. En el comunicado se precisaba que el objetivo de esta forma de actuar no pretendía en nigún caso ocasionar daños físicos a Barcina , sino dañar la imagen de la autoridad representada.
COMPETENCIA DE LA AUDIENCIA
La Fiscalía señala en el escrito que Julio Martin, en una entrevista en la radio en noviembre de 2011, reconoció haber participado en los hechos junto con los demás procesados como parte de la lucha contra la construcción del TAV y animó a la población a implicarse en acciones de este tipo. Además, Gorka Ovejero ostentaba en la fecha de la comisión de estos hechos el cargo de teniente alcalde de la localidad de Arruazu, como miembro de la agrupación Batzarre.
Este caso es competencia de la Audiencia Nacional no porque se trate de hechos de carácter terrorista, sino por tratarse de un delito contra españoles cometido en el extranjero, cuya investigación y enjuiciamiento corresponde a este órgano jurídico.

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