Be Relax: relajándose en el aeropuerto

  • Butacas relajantes, masajes cervicales y para los pies, depilación, aromaterapia, manicura, pedicura, productos y tratamientos de belleza. ¿Dónde? En el aeropuerto, por supuesto.
Ofrecen masajes de entre 20 y 60 minutos
Ofrecen masajes de entre 20 y 60 minutos
lainformacion.com
Alessia Cisternino

Digámoslo, no son pocas las veces en las que los aeropuertos, lejos de ser simples "lugares no lugares" donde la gente pasa sin parar, se convierten en espacios de estancia forzosa que acaban con la paciencia y las fuerzas de los viajeros. Por eso, sobre todo en los últimos años, muchos diseñadores, arquitectos y emprendedores han puesto su fantasía al servicio del confort de los viajeros.

Be Relax es una cadena francesa que se dedica a ofrecer tratamientos de belleza y relajantes sólo y exclusivamente en los aeropuertos. Según el tiempo del que uno disponga, podrá elegir entre tres tipologías diferentes de manicura – express, classic y first-; pedicura; sesiones de diferente duración en butacas relajantes; tratamientos de oxígeno y aromaterapia; depilación y, obviamente, masajes: desde el Express Check que dura 20 minutos a un masaje específico para el jet lag que dura alrededor de 60 minutos. Los precios son muy asequibles y pueden variar de 10 € a más o menos 100 € según el tratamiento elegido.

La idea de un espacio dentro del aeropuerto en el que los viajeros pudieran relajarse y ponerse guapos aprovechando los necesarios o imprevistos tiempos de espera se le ocurrió hace 6 años a Frederic Briest, uno de los socios fundadores de Be Relax, con motivo de un viaje que le llevaba de Brasil a Guatemala a Sudáfrica y en el que tuvo que hacer escala en ocho aeropuertos diferentes. En cada uno de estos aeropuertos, Briest se dio cuenta de que era posible adquirir cigarros, alcohol, perfumes, pero no servicios y cansado por las ocho escalas, empezó a pensar especialmente en servicios de relax

Actualmente, muchos aeropuertos europeos disponen de uno o más espacios de belleza y relax, entre ellos, como es obvio, todos los de Paris y luego Frankfurt, Munich, Londres Heatrow, Manchester, Zurich, Milán Linate y Milán Malpensa, Roma Fiumicino y Roma Ciampino.

Más de la mitad de los que disfrutan de los servicios ofrecidos por estos centros de belleza extemporáneos son, sorprendentemente, hombres y de edad comprendida entre los 40 y los 50 años, que viajan más por negocio que por ocio y que por eso, a su pesar, se pasan gran parte de su tiempo en un aeropuerto.

Leer un libro puede ser interesante, llenar la cesta de chocolate, perfumes y productos típicos tax free entretenido y comer un sándwich en soledad necesario pero sin duda aburrido. Al contrario, cualquiera de los tratamientos ofrecidos por Be Relax permiten al viajero "atrapado" en el aeropuerto de pasar el tiempo en compañía, de aprovechar estos minutos o, en el peor de los casos, estas horas para cuidarse, recuperarse del jet lag e incluso hacer algo que normalmente o justo antes de ese viaje en concreto no ha tenido el tiempo de hacer.

El único peligro es que con tanto confort y tantas cosas que hacer en los aeropuertos, las compañías aéreas lleguen a subestimar la importancia de la regularidad y de la puntualidad de los vuelos y los pasajeros se parezcan cada día más al Tom Hanks de La Terminal, cambiando sus casas por las salas de espera de un aeropuerto y convirtiendo estos anónimos lugares en hogares a su imagen y semejanza. Sería un gran cambio que, en parte, quizás ya esté en acto.

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