Benítez, Quintana... los casos más polémicos para los Mossos

    • La muerte del empresario Juan Andrés Benítez tras ser arrestado en octubre de 2012 provocó un auténtico terremoto. Diez mossos están imputados en este caso.
    • Ese mismo año, el "caso Ester Quintana", la joven que perdió un ojo en la huelga del 14 N presuntamente por disparo de pelotas de goma, volvió a golpear al Cuerpo.
La mujer que perdió un ojo rechaza cambiar las balas de goma por proyectiles viscoelásticos
La mujer que perdió un ojo rechaza cambiar las balas de goma por proyectiles viscoelásticos
L.S.

La muerte del empresario Juan Andrés Benítez, en octubre de 2012 en el barrio del Raval, tras ser reducido por la policía, provocó una auténtica convulsión en los cimientos de los Mossos. Diez agentes permanecen imputados acusados de homicidio y el intendente jefe de la comisaría de Ciutat Vella, al que pertenece este Cuerpo, fue revelado de su cargo a finales del mes pasado.

En 2012, el empresario fue reducido en el barrio del Raval de Barcelona por varios agentes tras protagonizar una pelea vecinal. Benítez había salido por la noche a la calle, en busca de su perro y según comentaron distintos testigos, mientras lo buscaba tuvo varias discusiones con vecinos. La última de ellas provocó una trifulca que derivó en la actuación de los Mossos. El hombre fue trasladado al hospital Clínic, donde falleció.

La autopsia atribuyó la muerte a cuatro factores, entre ellas la enfermedad cardiaca previa de la víctima, el consumo de cocaína y los golpes recibidos, "siendo imposible", consta en el informe, "desde un punto de vista científico médico legal atribuir un porcentaje de implicación de cada uno de estos mecanismos que han intervenido en la muerte". Varios vídeos grabados por vecinos mostraron la agresión de los agentes mientras Benítez permanecía inmovilizado en el suelo. A día de hoy, la jueza mantiene la imputación por considerar que los agentes sometieron a Benítez a "una situación de "peligro y riesgos innecesarios, que podía comprometer su vida".

En marzo de este año, un juez de Barcelona imputó a nueve agentes de los Mossos por un presunto delito de lesiones a tres jóvenes en la madrugada del 6 de julio de 2013. Los hechos sucedieron, según la querella, cuando los tres jóvenes tuvieron un altercado con un taxi, del que se bajaron sin pagar los 5 euros de carrera, y acabaron siendo detenidos. Según la denuncia, los agentes los agredieron, primero en las inmediaciones del Paralel y luego en la comisaría de Les Corts.

En 2013, el conocido como "caso Ester Quintana" supuso un terremoto para el Cuerpo y la Generalitat, a la que en varias ocasiones se escuchó cambiar de versión. La joven perdió el ojo izquierdo supuestamente por el impacto de un proyectil de la unidad antidisturbios, el día de la huelga general del 14 de noviembre. Dos agentes fueron imputados y el comisario responsable de la unidad fue destituido tras revelarse que no informó de todas las acciones policiales en el lugar en el que la joven recibió el impacto. El conseller de Interior puso entonces su cargo a disposición del presidente catalán.

También en octubre pasado, un agente fue condenado a medio año de cárcel por golpear en 2010 en la cabeza a un detenido en el barrio del Raval. La Audiencia de Barcelona aplicó la pena mínima contemplada al procesado, que tenía antecedentes penales, al entender que actuó con su "disposición anímica alterada" por la agresividad de la víctima, que llegó a morderle. El mosso golpeó dos veces en la cabeza al hombre, causándole heridas que necesitaron puntos de sutura, tras una intervención policial por drogas en el barrio de El Raval.Otros dos mossos de esta comisaría permanecen imputados por falta de lesiones y falsedad documental, entre otros, por golpear presuntamente con un casco a un motorista y propinarle varios puñetazos tras perseguirlo por circular sin carné. Los agentes, según el auto del juez, falsificaron después un atentado para imputarle un delito de atentado a la autoridad.

En diciembre del año pasado, un juez imputó a ocho Mossos d'Esquadra por la muerte de un detenido en la comisaría del Vendrell. El arrestado, Yassir El Younoussi, de 29 años, falleció en julio después de que varios agentes lo redujesen poniéndole un casco y atándolo con correas. Los agentes lo justificaron por su resistencia dentro de la celda y del protocolo aplicado en los intentos de autolesiones, ya que según la policía catalana, el detenido se había intentado lesionar al entrar en el coche policial.

En otros casos, los Mossos se han visto envueltos en muertes "fortuitas" de detenidos. El año pasado, los agentes encontraron muerto a un detenido en una celda de la comisaría de Les Corts de Barcelona. El departamento de Interior abrió una investigación para aclarar los hechos, que determinó que la muerte no tuvo que ver con su detención ni con su periodo de custodia.

A los medios trascendió también el expediente disciplinario abierto a un agente de la comisaría de Ciutat Vella por un comentario en las redes sociales en el que aplaudía un vídeo que mostraba detenciones violentas de agentes rusos.

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