Bilbao, 8 jun.- El alcalde en funciones del Ayuntamiento de Bilbao, Ibon Areso, ha pedido hoy que la Policía y la Justicia actúen coordinadamente y con "eficacia" frente a los actos violentos que esta semana han "abrumado" y "sorprendido" a los bilbaínos, al haberse producido la muerte violenta de tres mujeres.
La colombiana Jenny Sofía Revollo, de 40 años, y la nigeriana Maureen Ada Otuya, de 29, fueron asesinadas presuntamente por el experto en artes marciales Juan Carlos Aguilar, de 47 años, mientras María Ángeles López Marrón, de 79 años, fue hallada muerta, maniatada y amordazada, en su domicilio de Bilbao, en un suceso que la Ertzaintza relaciona en principio con un robo.
Varias decenas de personas, entre ellas representantes políticos e institucionales, se han concentrado este mediodía ante al Ayuntamiento de Bilbao para mostrar su condolencia y solidaridad con las familias de estas tres mujeres.
"Bilbao es una ciudad tranquila, pacífica. No es la violencia que estamos teniendo estos días la habitual de la ciudad, más de pandillas, de reyertas, callejera. Es una violencia en el interior de domicilios que se nos ha concentrado en unos días y nos tiene abrumados y sorprendidos", ha declarado a los periodistas el alcalde en funciones.
Areso ha puesto de relieve que la colaboración ciudadana es la "mayor esperanza" para resolver estos hechos y evitarlos, sobre todo teniendo en cuenta que esta violencia "está afectando a los elementos más débiles" de la sociedad.
Ha apelado a la unión de las instituciones y ha pedido que la Policía y la Justicia actúen con eficacia y coordinadamente "para esclarecer los hechos que faltan y con las condenas que procedan".
Los episodios de violencia vividos en Bilbao la última semana se iniciaron el pasado domingo por la tarde, cuando la Ertzaintza, merced a la colaboración ciudadana, sorprendió al experto en artes marciales Juan Carlos Aguilar en el interior del gimnasio que regenta en el centro de la ciudad cuando torturaba a la nigeriana Maureen Ada Otuya.
La mujer, que ejercía la prostitución, había sido agredida brutalmente y fue hallada inconsciente y con ataduras en manos, pies y cuello.
Ada quedó ingresada en coma y en estado muy grave en el servicio de reanimación del hospital de Basurto y, tras deteriorarse su situación, falleció el miércoles al mediodía en el hospital bilbaíno de Basurto.
Al registrar el gimnasio en el que se produjeron los hechos, la Ertzaintza descubrió un nuevo asesinato, el de la colombiana Jenny Sofía Revollo.
Los restos descuartizados de esta mujer aparecieron repartidos entre el gimnasio de artes marciales y en el domicilio de Aguilar, que el miércoles ingresó en prisión después de pasar a disposición judicial.
Tras la conmoción por estos hechos, el jueves se produjo otra muerte en un acto delictivo: María Ángeles López Marrón, de 79 años, fue encontrada muerta, maniatada y amordazada, en su casa de la capital vizcaína. El robo es una de las hipótesis que maneja la Ertzaintza como causa de este fallecimiento. EFE
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