Bondadoso, humano, cercano y menos autoritario así se vería Maduro sin bigote

Un símbolo de honorabilidad, de gran tradición militar, de poder, de dominancia, eso es lo que representa el bigote en los hombres, y ellos lo saben. Por eso ha sido durante décadas el símbolo de identidad de muchos de los dictadores mundialmente conocidos.

Sin embargo, Maduro en un acto de desesperación ante una posible derrota electoral, según lo que muestran las primeras encuestas, se ha apostado el bigote.

Pero, ¿qué sería de la imagen de un Maduro dictador sin bigote? El mandatario venezolano parecería mucho más inocente, mostraría una imagen más infantil, “menos varonil y con menos madurez, por lo tanto quitaría fuerza a su imagen”, afirma Irene López Assor, psicóloga, grafóloga y consultora, a lainformacion.com.

“Maduro perdería fuerza, sobre todo quitaría esa barrera de autoridad, la distancia que marca el bigote”, explica López, “pero el lado positivo es que mostraría más humanidad, más bondad y sobre todo, ganaría credibilidad”. Una credibilidad que sin bigote aumentaría al mostrarse más accesible o incluso más empático.

“Si funciona un dictador con bigote, el resto opta por tomarlo como modelo a seguir”, afirma la experta. El bigote se ha tomado en muchos casos como un sello de identidad de los dictadores, es común encontrar una serie de ellos a lo largo de la historia que luzcan bigote, los hay para todos los gustos, pero la gran mayoría coincide en llevar uno.

Pese a lo que muchos puedan pensar el hecho de llevar bigote no significa que las personas vayan a tomar más enserio tus argumentos, “pero en el caso de los dictadores da mejor resultado”, declara López.

Por lo que quizá, basándonos en los datos expertos, Maduro debería quitarse el bigote y así poder mostrarse como un líder más cercano y más creíble si lo que quiere es darle la vuelta a las encuestas y ganar las elecciones.