Brasilia, 29 abr.- La capital brasileña se sumó hoy a los homenajes a la reina Beatriz de Holanda y, en vísperas de su abdicación, iluminó hoy con luces de color naranja la Catedral y uno de los puentes más emblemáticos de la ciudad.
La iniciativa fue de la embajada holandesa en Brasil y encontró eco en las autoridades locales, que además de la céntrica Catedral decidieron iluminar también con luces naranja el puente Juscelino Kubitschek, que cruza el lago Paranoá.
Ambas obras del fallecido arquitecto Óscar Niemeyer, que diseñó los grandes palacios de Brasilia, lucirán así desde hoy y hasta el próximo miércoles con el color que caracteriza a la dinastía de los Orange-Nassau.
El embajador de Holanda en Brasil, Kees Rade, agradeció el apoyo de las autoridades y destacó las excelentes relaciones bilaterales, que fueron ratificadas a fines del año pasado durante una visita al país del príncipe heredero, Guillermo-Alejandro, quien mañana asumirá la corona de los Países Bajos.
"El hecho de que nuestro nuevo rey estuvo en Brasil en visita oficial y con representantes de 175 empresas holandesas es un buen ejemplo", indicó el diplomático, quien aseguró que esa fue "la mayor misión comercial en la historia de los Países Bajos".
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