Broche final al "Zapato de Oro" con un novillo indultado por Fernando Adrián

  • El novillero madrileño Fernando Adrián ha puesto hoy un broche brillante a la feria del "Zapato de Oro", de Arnedo, con el indulto a su segundo de la tarde, y el último de los cinco festejos que se han celebrado en la localidad riojana.

Arnedo (La Rioja), 2 oct.- El novillero madrileño Fernando Adrián ha puesto hoy un broche brillante a la feria del "Zapato de Oro", de Arnedo, con el indulto a su segundo de la tarde, y el último de los cinco festejos que se han celebrado en la localidad riojana.

Adrián y el novillo "Santanero" se han convertido, así, en los favoritos para conseguir los principales premios de la feria, que serán fallados esta noche.

En la quinta de feria, con tres cuartos de plaza llenos de público, ha contado con seis novillos de Baltasar Ibán, excelentemente presentados.

Destacó por su nobleza y clase el primero, el segundo fue exigente y el tercero bravo y manejable; el resto, encastados, fueron aplaudidos de salida y en el arrastre, salvo el sexto, indultado a petición del tendido.

Sergio Blanco. Silencio y silencio tras aviso

Ángel Puerta. Silencio y silencio tras aviso

Fernando Adrián. Vuelta tras aviso y dos orejas y rabo simbólicos

Sergio Blanco ha tenido un precioso inicio de faena, dando mucho tiempo, aunque sin lucir con la izquierda porque se le paró pronto el de Ibán. Apuntó muy buenas maneras, dejando una buena tarjeta de presentación.

En cambio con el cuarto, un encastado novillo que tomó un gran puyazo, anduvo con muchas probaturas y perdió la partida serie a serie. No pudo acoplarse porque apareció la casta, viéndose desbordado por su novillo.

Ángel Puerta estuvo voluntarioso ante el primer toro, rebrincado y al que había que poder. fue valiente ante un novillo que se vino arriba, en faena corta pero muy meritoria, con pasajes muy puros que no se entendieron en el tendido.

Con el quinto estuvo bien asentado al principio, en series por el izquierdo muy de verdad. Pero, por contra, su faena fue intermitente, cuando mejor apuntaba se vino a menos y terminó alborotado.

Fernando Adrián en su primero anduvo sin estrecheces y algo tropezado por el izquierdo. Acortó terreno cuando el toro pedía media distancia y protestó el novillo. Acabó con el clásico "arrimón" entre pitones.

Y ya con "Santanero", último novillo de la feria, puso al público de pie con el clásico inicio en los medios con pases cambiados por la espalda. La clase del novillo llegó pronto a ser apreciada por los tendidos, con embestidas galopando, que supo aprovechar Adrián.

Fue largo por los dos pitones y un leve inicio de petición de indulto desembocó en una solicitud unánime, correspondida por el presidente entre el clamor de un público agradecido por una feria con un final redondo.

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