Brown defiende el potencial del Laborismo pese al descontento de sus votantes

  • Brighton (R.Unido).- El primer ministro británico, Gordon Brown, se mostró hoy inasequible al desaliento al insistir en que el Partido Laborista es la mejor opción para el Reino Unido pese al descontento entre sus propios simpatizantes, que amenazan con dejarle en la estacada en las próximas elecciones generales.

Comienza la conferencia laborista en un ambiente de derrotismo
Comienza la conferencia laborista en un ambiente de derrotismo

Brighton (R.Unido).- El primer ministro británico, Gordon Brown, se mostró hoy inasequible al desaliento al insistir en que el Partido Laborista es la mejor opción para el Reino Unido pese al descontento entre sus propios simpatizantes, que amenazan con dejarle en la estacada en las próximas elecciones generales.

En una intervención no anunciada en la apertura del congreso anual de la formación, que se celebra hasta el jueves en Brighton (sur inglés), Brown dijo que el laborismo es "el verdadero rostro de Gran Bretaña", y la única fuerza capaz de sacar al país de la recesión sin perjudicar a la mayoría de la población.

Pese a la desmoralización que parece reinar entre sus correligionarios e incluso entre algunos colegas de Gabinete, que ven cómo los "Tories" de David Cameron se afianzan en las encuestas, Brown ensalzó las virtudes de una formación que, según dijo, frente a su rival de derechas tiene la determinación de proteger los servicios sociales básicos.

"Nosotros estamos decididos a proteger todo lo conseguido en las escuelas, en los hospitales, en materia de orden público, y creo que el lado opuesto propone recortes indiscriminados que serían malos para la economía y malos para los servicios públicos", aseguró previamente en una entrevista televisiva.

Para demostrar -tal vez demasiado tarde- que escucha a los ciudadanos, el líder laborista anunció la presentación al Parlamento de nuevas leyes que prohibirán el tipo de primas que se pagaba antes a los banqueros y castigarán a los bancos que reincidan en esas prácticas.

"He dicho basta. No voy a quedarme de brazos cruzados y dejar que algunas de esas personas vuelvan a las malas prácticas del pasado", advirtió en tono combativo.

Mientras Brown aprovecha el congreso laborista para intentar arrancar votos de cara a las próximas elecciones, previstas para junio del 2010, varios miles de personas y 30 sindicatos se manifestaron hoy en Brighton contra el partido gobernante por considerar que "ha incumplido sus promesas" y "traicionado a sus votantes de base", según los participantes.

Con eslóganes como "Sin condiciones ni peros, no a los recortes" y "Ellos dicen guerra, nosotros decimos estado del bienestar", uno de los asuntos centrales de la protesta fue la educación, sector donde ya se ha empezado a notar la reducción de presupuesto.

Richard McEwan, profesor de política en un instituto del este de Londres donde los maestros acaban de concluir una larga huelga para evitar decenas de despidos, cree que los laboristas van a ser "aplastados" en los comicios.

"Sus propios miembros están hartos y no les votarán, dudo que encuentren a gente que quiera salir a hacer la campaña electoral", afirma este maestro de 30 años.

Pese a su propuesta de recortar drásticamente las prestaciones sociales para reducir el endeudamiento del Estado, los "tories" se perfilan como ganadores de las próximas elecciones, porque, al haber enfadado al voto de izquierda, los laboristas "los han hecho elegibles", apunta McEwan.

Una encuesta en "The Mail on Sunday" indicaba hoy que el Partido Conservador de Cameron saca 15 puntos de ventaja al Laborista, que recibe el apoyo de sólo un 25 por ciento de los encuestados.

Según este sondeo, los "tories" cuentan con un 40 por ciento de los votos y los liberales-demócratas, segundo partido de oposición, que acaba de celebrar su congreso nacional, quedan en tercer lugar con un 22 por ciento de aprobación.

Brown, que en los últimos días ha recibido peticiones de dimisión desde dentro de su propio partido -el ex ministro Charles Clarke llegó a sugerirle que adujera problemas de salud-, insistió hoy en que no arrojará la toalla y seguirá luchando para sacar al país de la recesión y ganar las elecciones generales del próximo año.

La acogida que tiene su mensaje se sabrá el próximo martes, cuando está previsto que pronuncie un discurso ante el plenario del congreso en lo que será su última gran oportunidad para ensalzar su legado antes de la cita con las urnas.

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