Bulgaria aumenta la protección de sus médicos ante los casos de agresiones

  • Un sueldo de 350 euros al mes, jornadas de 12 horas y el riesgo de una paliza: con esas condiciones trabajan los médicos de urgencias en Bulgaria, hasta el punto de que el Parlamento acaba de aprobar un cambio legal que les confiere la misma protección que a policías, jueces y fiscales.

Vladislav Púnchev

Sofía, 22 jun.- Un sueldo de 350 euros al mes, jornadas de 12 horas y el riesgo de una paliza: con esas condiciones trabajan los médicos de urgencias en Bulgaria, hasta el punto de que el Parlamento acaba de aprobar un cambio legal que les confiere la misma protección que a policías, jueces y fiscales.

Aunque la normativa, que entrará en vigor a final de mes, ampara a todos los facultativos, su tramitación viene motivada por las frecuentes agresiones que sufren los equipos de emergencias.

En lo que va de año se han producido ocho casos, el último cuando el médico, la enfermera y el conductor de una ambulancia recibieron una brutal paliza y estuvieron a punto de ser estrangulados por los familiares de un menor en estado de intoxicación etílica, al que acudieron a atender.

Según la modificación del Código Penal aprobada, las agresiones contra los doctores serán sancionadas con entre 1 y 3 años de cárcel, en el caso de que causen lesiones leves, y hasta 15 años si la víctima sufre heridas de gravedad.

La celeridad con la que se ha tramitado la reforma, pese al parón de la actividad parlamentaria por las elecciones del pasado mes, se debió a la amenaza de protestas por parte de la Unión Búlgara de Médicos.

Desde esta organización se ha aplaudido la reforma, aunque se es consciente de que no será suficiente para resolver el problema.

"Pero sí que es un gesto de solidaridad por parte de los políticos con la responsabilidad y la dificultad de nuestro trabajo", declaró Julian Yordanov, vicepresidente de ese colectivo.

"Además, los ciudadanos entenderán que agredir a un médico no resolverá sus problemas sino que les creará más", dijo en declaraciones a Efe en Sofía.

Según Desislava Katelieva, presidente de la Asociación nacional de empleados de Urgencias, sus colegas se sienten "ofendidos y humillados" por las agresiones y la falta de respeto de aquellos a los que acuden a prestar socorro.

Aunque algunos medios se refieren a los retrasos y carencias del servicio como la causa de las agresiones, los profesionales del sector rechazan esos argumentos.

"Existe demasiada agresividad en la vida cotidiana, marcada por la pobreza y el malestar social, y los asaltos contra médicos es su quintaesencia, atacar a la persona que trata de ayudarte y salvarte la vida", comentó Yordanov.

Un análisis compartido por Krasimir Yordanov, el doctor que fue víctima del último caso de agresión, y que niega que en esa ocasión la ambulancia llegara tarde.

"Trabajo en Urgencias desde hace 26 años y he visto mucha sangre, mucha muerte. Pero después de este injustificado ataque, estoy pensando abandonar el puesto", reconoció a Efe.

Según la Unión Búlgara de Médicos, esta reflexión no es única. Cada año abandonan el país unos 500 facultativos, cansados de las malas condiciones laborales.

Sólo en el Servicio de Urgencias faltan unos 2.000 médicos y la falta de medios es sobrecogedora, como en Sofía, donde sólo están operativas 17 de las 38 ambulancias disponibles.

La situación del personal de urgencias búlgaro fue retratado en el documental "La Ultima Ambulancia de Sofía", protagonizado por el propio Yordanov y que ha sido premiado en multitud de festivales internacionales.

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