Buteflika, el presidente de la reconciliación que resistió la Primavera Árabe

  • El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que parte como favorito indiscutible en las elecciones de mañana, pasa por ser el mandatario que logró la paz en Argelia tras casi dos décadas de violencia islamista y el que frenó la Primavera Árabe "comprando" la paz social.

Argel, 16 abr.- El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que parte como favorito indiscutible en las elecciones de mañana, pasa por ser el mandatario que logró la paz en Argelia tras casi dos décadas de violencia islamista y el que frenó la Primavera Árabe "comprando" la paz social.

Sus más fieles defensores también lo describen como el garante de la estabilidad y como el hombre que ha puesto al país sobre las vías del desarrollo y la modernización con los faraónicos programas quinquenales económicos y sociales de 2004 y 2009.

No obstante, para sus detractores, Buteflika, el presidente de la Argelia independiente que más tiempo ha ocupado la jefatura del Estado, ha asfixiado la vida política en los 15 años que lleva en la presidencia acaparando todos los poderes.

Su delicado estado de salud como consecuencia del ictus sufrido en abril de 2013, que le ha mantenido alejado de la esfera pública, ha desatado una nueva oleada de voces críticas contra él.

La débil oposición argelina lo acusa de haber amordazado a la prensa y de abrir las puertas de par en par a la corrupción y al tráfico de influencias.

También le reprochan el haber perdido la oportunidad de convertir a Argelia en una verdadera potencia emergente gracias a los beneficios obtenidos por la venta de los hidrocarburos.

Nacido el 2 de marzo de 1937 en la ciudad marroquí de Oujda, Buteflika se impregnó desde joven del nacionalismo militante y en 1956 ingresó en las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) respondiendo a la llamada del Frente de Liberación Nacional (FLN) a todos los estudiantes argelinos para que se unieran a la revolución contra el colonialismo francés.

Tras la independencia de Argelia, en 1962, Buteflika, que en esa época era comandante del ELN, fue elegido como diputado de la Asamblea Constituyente y nombrado ministro de Juventud y Deportes con 25 años, por el primer presidente del país, Ahmed Ben Bella.

Dotado de una gran inteligencia, como apuntan muchos de quienes lo conocen y atraído por la diplomacia, sólo un año después de su debut en la política fue designado ministro de Asuntos Exteriores.

Desde su privilegiada posición, en junio de 1965 jugó un importante papel en el derrocamiento de Ben Bella, en un movimiento político que en su momento se bautizó como "proceso de reajuste revolucionario" y que favoreció la llegada a la presidencia de Huari Bumedian, que le mantuvo como jefe de la diplomacia hasta su muerte en 1978.

No obstante, la muerte de Bumedian abriría un largo paréntesis en la carrera política de Buteflika y una larga travesía de más de dos décadas alejado de los círculos del poder.

En esa época, se enfrentó además al primer caso de corrupción de los muchos que persiguen a su entorno.

En 1981 fue investigado por "una supuesta gestión oculta de divisas en el ministerio de Exteriores entre 1965 y 1978". Sin embargo, el caso nunca llegó a los tribunales.

En 1994, dos años después del asesinato del presidente Mohamed Budiaf y cuando el país todavía estaba sumido en la violencia, Buteflika rechazó una propuesta del Ejército para que ocupara la presidencia.

Cinco años después las Fuerzas Armadas insistieron en su propuesta y Buteflika volvió para quedarse.

Se presentó a las presidenciales de abril de 1999, que en la época fueron calificadas como "unas elecciones plurales con un candidato único", ya que, en el último momento, se retiraron el resto de aspirantes al cargo tras considerar que los mandos del Ejército ya habían elegido a su candidato.

Durante los dos primeros mandatos, organizó dos referendos para la aprobación de lo que calificó por un lado Ley de la Concordia Civil y, por otro lado, la Carta de la Paz y la Reconciliación Nacional.

Ambos proyectos estaban dirigidos a amnistiar y reintegrar en la sociedad a los grupos armados que aceptaran deponer sus armas.

En 2008, decidió proceder a una revisión parcial de la Carta Magna para suprimir la limitación de dos mandatos recogida en la Constitución.

Y, un año después, se volvió a imponer por tercera vez consecutiva en unas elecciones, con el 90 % de los votos.

No obstante, ya para entonces su salud estaba delicada.

En 2005 fue evacuado a Francia para ser operado de una úlcera hemorrágica, según la versión oficial, aunque muchos medios apuntaron la posibilidad de que se tratara de un cáncer de estómago.

Desde entonces, sus apariciones públicas y sus viajes al extranjero se fueron espaciando y a pesar de su creciente debilidad, en 2011, logró contener la Primavera Árabe a cambio de introducir nuevas subvenciones a los productos básicos, aprobar aumentos de sueldo a los funcionarios y prometer una apertura política que la oposición considera insuficiente.

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