Madrid.- La Guardia Civil ha detenido a siete personas -cinco holandeses, un búlgaro, y un español- como integrantes de un grupo de narcotraficantes dedicados a la compra de éxtasis en Holanda, país en el que vendían cocaína y hachís procedente de España.
El intercambio de la droga entre ambos países se efectuaba generalmente vía terrestre, utilizando vehículos de alquiler y en alguna ocasión incluso taxis.
Según ha informado el instituto armado, la droga que llegaba a España iba destinada principalmente a locales de ocio de Barcelona e Ibiza.
En la operación "MALTRATO", se han incautado, en colaboración con la policía francesa, un total de 53 kilos de cocaína en París, y 2 kilos y medio de éxtasis en España, así como dos ordenadores portátiles y 8.000 euros en efectivo.
La organización tenía su base en Barcelona, desde donde se negociaba la compra y la distribución de las drogas que se llevaba a cabo de forma periódica, una o dos veces por semana.
Desde Holanda, la red traía sustancias psicotrópicas, como éxtasis o MDMA, para su comercialización en España, donde adquirían cocaína y hachís que vendían en los Países Bajos.
En la provincia de Málaga se han llevado a cabo tres registros, en dos hoteles de la capital, y se ha detenido a un ciudadano holandés de 34 años, considerado el máximo dirigente del grupo organizado.
También en Málaga ha sido arrestados otro ciudadano de los Países Bajos, de 38 años, supuestamente dedicado a transportar muestras de la mercancía que luego se compraba, y un ciudadano búlgaro, encargado de guardar el dinero y la droga hasta su distribución.
En la provincia de Barcelona, se han producido otras tres detenciones.
Se trata de un holandés de 40 años, a quien se atribuyen las funciones de distribución de los psicotrópicos en las zonas de ocio de Barcelona, otro ciudadano holandés de 25 años, persona de confianza del anterior y encargado de la preparación de la droga para su distribución, y un joven de 23 años, también ciudadano de los Países Bajos, que realizaba la venta al menudeo.
Por último, el pasado 23 de abril se detuvo en la ciudad condal a un español de 40 años, encargado de establecer contactos con los establecimientos de ocio para la venta "al por menor" de la droga.
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