Cae una banda que obtuvo 6 millones con asaltos a camiones y robos con butrones

  • Madrid.- La Guardia Civil ha desmantelado una peligrosa banda, cuyos integrantes se dedicaban a asaltar camiones, haciéndose pasar por agentes, y a robar por el procedimiento del butrón en locales de Madrid, Extremadura, Castilla la Mancha y Asturías, hechos con los que habrían obtenido 6 millones de euros.

Cae una banda que obtuvo 6 millones con asaltos a camiones y robos con butrones
Cae una banda que obtuvo 6 millones con asaltos a camiones y robos con butrones

Madrid.- La Guardia Civil ha desmantelado una peligrosa banda, cuyos integrantes se dedicaban a asaltar camiones, haciéndose pasar por agentes, y a robar por el procedimiento del butrón en locales de Madrid, Extremadura, Castilla la Mancha y Asturías, hechos con los que habrían obtenido 6 millones de euros.

Un montante que habrían conseguido en tan solo cinco meses ya que los investigadores les siguen la pista desde el pasado mes de octubre y con los datos con los que cuentan ya pueden decir que los 17 arrestados son "históricos de la delincuencia".

Así los ha definido el comandante Castillo, jefe de Operaciones del departamento de Delincuencia Organizada de la UCO de la Guardia Civil, quien ha ofrecido detalles de esta operación, bautizada con el nombre de "Junco", que ha permitido desarticular esta banda que en sólo cinco meses habría cometido al menos 57 actuaciones delictivas con las que habrían conseguido seis millones de euros.

Las detenciones se han practicado en los barrios madrileños de San Fermín, Villaverde y Usera, así como en las localidades de Pinto (Madrid), Navaluenga (Ávila) y Seseña (Toledo).

La banda estaba estructurada en tres células, una de ellas se dedicaba a asaltar a transportistas en las principales vías de circunvalación de Madrid y contaba con una red de "informadores", algunos detenidos, que estaban vinculados a las empresas objetos de los robos y que les indicaban el momento más propicio para el hecho delictivo.

Para asaltar los camiones -habrían asaltado al menos seis- se vestían con uniformes de policías locales, guardias civiles o vigilantes de seguridad y les conminaban a parar y bajar del camión con la excusa de que iban a inspeccionar la carga.

Después les obligaban a subir a uno de los vehículos del grupo, en el que permanecía secuestrado durante una hora, en la que circulaban por diferentes vías, y luego le liberaban en algún lugar de la zona suroeste de Madrid.

Mientras, el resto se llevaba el camión a algún lugar apartado y lo desvalijaban.

El objetivo de los delincuentes era sobre todo material informático, electrodomésticos y videoconsolas, que tenían como destino grandes centros comerciales.

La segunda célula del grupo seguía el mismo "modus operandi", pero no sus integrantes no se hacían pasar por agentes, sino que directamente cruzaban sus vehículos en la carretera para obligar a los camiones a detenerse.

Secuestraban a los transportistas y seguían el mismo procedimiento hasta que desvalijaban los camiones.

La tercera de las células se dedicaba a cometer robos por el procedimiento del butrón en joyerías, administraciones de lotería, salas de cine, entre otros establecimientos, de los que se llevaban las cajas fuertes para desvalijarlas.

El género que conseguían en sus robos era rápidamente vendido a receptadores para no ser descubiertos por las fuerzas de seguridad

Los investigadores están convencidos de que la banda tenía interconexiones internacionales para dar salida a ese género, de la misma forma que piensan también que sus integrantes estaban vinculados con el mundo del narcotráfico.

En los registros practicados se han incautado joyas, electrodomésticos, 15 vehículos de alta gama, una pistola, un revólver, 30.000 euros en metálico, así como abundante material utilizado para cometer los robos, como chalecos antibalas, inhibidores de frecuencia, rotativos luminosos o grilletes.

Se trata de una importante operación sobre todo, según ha señalado el comandante, porque los detenidos, de edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, eran reincidentes, con un amplio historial delictivo y habían hecho del crimen organizado su forma de vida.

Algunos incluso tenían antecedentes por homicidio, según han comprobado los investigadores que veían con preocupación la violencia con la que actuaban.

La banda estaba compuesta por más de 20 personas, pero la Guardia Civil la da por desarticulada porque han caido sus principales cabecillas, que contaban con una destacada logística para perpetrar sus actividades delictivas.

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