Cae una banda que traía heroína de holanda en dobles fondos de vehículos


La Guardia Civil ha desarticulado en La Rioja y Madrid una banda que se dedicaba a introducir heroína procedente de Holanda, desde donde se enviaba la droga en el doble fondo de vehículos.
Según informó el Instituto Armado, han sido detenidas cinco personas e intervenidos más de tres kilos de heroína de gran pureza; diversas cantidades de cocaína, cristal, éxtasis y hachís; además de 6.000 euros en efectivo y un vehículo.
Los arrestados tienen entre 25 y 31 años de edad y son de distintas nacionalidades (tres españoles, un armenio y un marroquí). Cuatro de estos implicados han ingresado en prisión.
Además, se han llevado a cabo siete registros: uno en La Rioja, oro en Álava y cinco en Madrid. Igualmente, fueron intervenidos los materiales y herramientas necesarias para la preparación, fabricación e instalación de dobles fondos en vehículos.
UN CORREO
La ‘operación Lex’ se inició en enero de 2013, cuando agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil en La Rioja (E.D.O.A.), analizaban diversa documentación intervenida en otra operación antidroga desarrollada con anterioridad en La Rioja.
Este estudio permitió identificar a un varón residente en Logroño, que podría estar dedicándose a la distribución de importantes cantidades de sustancias estupefacientes, tanto en la capital riojana como en otras localidades de esta comunidad autónoma y limítrofes.
El dispositivo de vigilancia llevado a cabo sobre este individuo permitió a los agentes constatar que trabajaba como correo dedicado al transporte de droga y para un grupo criminal afincado en Madrid. Esta banda que empezó a investigarse estaba formada por componentes de distintas nacionalidades.
Los cabecillas del grupo, perfectamente organizado y jerarquizado, no dudaban en recurrir a la violencia para mantener un férreo y exhaustivo control sobre los colaboradores de la banda.
DOS TALLERES
La organización, estructurada en diversos escalones, estaba compuesta por los dirigentes que se encargaban de la contabilidad y adquisición de las drogas en Holanda; un segundo grupo dedicado a la preparación de dobles fondos en los vehículos; el tercer nivel responsable del transporte hasta Madrid y por último el personal dedicado a la manipulación, corte de la droga y su distribución en el mercado negro.
La red disponía de dos talleres mecánicos, ubicados en las localidades de Humanes-Madrid y Fuenlabrada (Madrid), en los que se manipulaban los vehículos dotándoles de dobles fondos y compartimentos camuflados destinados al transporte de droga.
Los vehículos, propiedad de las personas utilizadas como correos, eran recogidos por otros miembros de la organización y trasladados a los talleres para su manipulación. Posteriormente eran devueltos a sus propietarios en el momento de emprender el viaje al extranjero. Utilizaban el mismo procedimiento en Holanda para cargar la droga, recogían el vehículo y lo devolvían una vez cargado para emprender el viaje de regreso.
En Madrid, la droga se trasladaba a una vivienda donde se adulteraba y cortaba con la finalidad de obtener mayor cantidad de dosis posible, antes de su puesta a la venta en el mercado negro.

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