Cae una nueva red que introducía cocaína en España, con 31 detenidos

  • La Policía española ha desarticulado un grupo de narcotraficantes que introducía en España cocaína desde Sudamérica, oculta en paquetes postales o transportada por personas, en una operación que se ha saldado con 31 detenidos y la incautación de 47 kilogramos de esa droga.

EFE

La Policía española ha desarticulado un grupo de narcotraficantes que introducía en España cocaína desde Sudamérica, oculta en paquetes postales o transportada por personas, en una operación que se ha saldado con 31 detenidos y la incautación de 47 kilogramos de esa droga.

Según informó hoy la Policía en un comunicado, entre los detenidos (28 en España y tres en Brasil) se encuentran los presuntos responsables del grupo, sus colaboradores y los "muleros" encargados de transportar la droga.

La organización, que contaba con una amplia infraestructura, enviaba paquetes postales a destinatarios ficticios o contrataba a personas con un perfil que no levantara sospechas y dispuestas a transportar los estupefacientes desde Sudamérica.

En la operación han sido incautados 47 kilos de cocaína camuflada que estaban ocultos en un acordeón -interceptado en el aeropuerto de Manises (este de España)- o en el interior de juguetes infantiles; también la remitieron impregnada en recetas de cocina, la manta de un bebé y un tratado de medicina.

La investigación comenzó en marzo del año pasado, cuando la Policía tuvo conocimiento de que un grupo organizado y dedicado al tráfico de drogas estaba operando en distintas provincias españolas.

Su método de trabajo consistía en introducir la cocaína en España a través de correos humanos que llevaban la droga en su organismo o mediante paquetes postales, escondida en el interior de equipajes, instrumentos musicales o juguetes.

De acuerdo con la información que posee la Policía, este grupo de delincuentes llegó a secuestrar a familiares o personas afines a los correos de la droga, al sospechar que se habían apropiado del estupefaciente.

Tras diferentes averiguaciones, los investigadores descubrieron que la organización estaba compuesta por numerosos miembros en varios países de Sudamérica y también en Europa.

Los de Sudamérica se ocupaban de la logística necesaria para preparar el viaje de los correos humanos, reservaban los billetes de avión y los lugares de alojamiento, al tiempo que se encargaban de preparar la droga y de crear los medios necesarios para ocultarla.

Los que estaban en España tenían el cometido de reclutar a ciudadanos con el perfil adecuado para pasar inadvertidos en los controles aeroportuarios.

También seleccionaban personas y direcciones en distintas provincias para que fueran los destinatarios de los envíos en los que camuflaban la cocaína.

En ocasiones se servían de apartados de correos, abiertos con identidades inexistentes, para recibir las notificaciones en caso de recibir un nuevo paquete con estupefaciente.

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