Salamanca, 7 ago.- El coordinador del programa electoral del PSOE y exministro Jesús Caldera ha confiado hoy en que el Partido Popular "eche una mano al Gobierno, aunque sólo sea una vez en esta legislatura, en un momento económico tan difícil, y deje de pedir otro adelanto de las elecciones convocadas para el 20-N".
Así lo ha puesto de manifiesto en declaraciones a la Ser recogidas por Efe, en las que ha explicado que no le parece "ni elegante ni responsable" que desde algunos sectores del Partido Popular se pida un nuevo adelanto de las elecciones generales previstas para el próximo noviembre.
"Eso muestra la frivolidad con la que se comportan determinados dirigentes del PP", ha opinado Caldera, quien ha dicho que espera que "se les pase rápido y echen una mano aunque sólo sea una vez en la legislatura, en un momento tan difícil para España y para varios países de Europa".
Como coordinador de la campaña del PSOE, Caldera ha anunciado que ésta estará "llena de contenidos y de propuestas. No habrá insultos, ni tonos estridentes", sino que esta formación política hará "una reflexión muy profunda para responder a la situación tan grave que vivimos y que no sólo afecta a España".
El también diputado por la provincia de Salamanca ha criticado que la campaña que está haciendo el PP está siendo hasta ahora "muy plana" porque, en su opinión, el presidente del PP, Mariano Rajoy "no quiere ofrecer ninguna alternativa, no propone nada y no conocemos cuáles son sus propuestas".
"Parece como si sus asesores de imagen le hubieran indicado que lo mejor es nadar y guardar la ropa, pero eso no es lo que necesita el país, sino que precisa políticos valientes, serios, comprometidos y capaces de anteponer su interés personal y el del partido al de la sociedad española", ha agregado.
Por otro lado y respecto al Movimiento del 15-M, Caldera ha expresado la disposición del Gobierno a "escuchar a la sociedad civil", al tiempo que ha subrayado que lo que "sobran son actitudes al margen de la legalidad", en alusión a las concentraciones de los "indignados" en Madrid.
"Si las Fuerzas de Seguridad deciden que un espacio que ha sido ocupado públicamente debe despejarse, hay que cumplir la norma y no llevar la situación por derroteros que puedan provocar inseguridad e incluso violencia", ha concluido.
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