Canciller ecuatoriano recomienda a Uribe que se ocupe de sus problemas

Quito, 10 nov.- El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, recomendó hoy al expresidente colombiano Álvaro Uribe que se ocupe de sus problemas y que evite dar declaraciones sobre asuntos delicados que involucren a otros gobernantes.

Patiño replicó de esa forma a unas recientes declaraciones de Uribe sobre la supuesta "posición benigna" del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, frente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"No sé qué nivel de veracidad tengan (las declaraciones de Uribe), pero debería preocuparse un poco más de atender los problemas que tiene él y su equipo en Colombia", dijo Patiño a periodistas.

Para el canciller, Uribe tampoco debería entorpecer la excelente relación que Ecuador tiene actualmente con Colombia, especialmente desde que asumió el poder el presidente Juan Manuel Santos, "con quien sí ha sido posible mejorar la relación".

Ecuador rompió relaciones con el Gobierno de Uribe el 3 de marzo de 2008, dos días después de un ataque militar colombiano contra un campamento que las FARC habían construido clandestinamente en una zona selvática de la Amazonía ecuatoriana, próxima a la frontera común.

En esa operación, ejecutada sin aviso ni permiso del Gobierno de Ecuador, fallecieron unas 26 personas, entre ellas el entonces número dos de las FARC, alias Raúl Reyes, así como un ecuatoriano y cuatro universitarios mexicanos.

Según Uribe, el ataque no fue avisado a Ecuador "por el sigilo que requería la operación, el temor a un nuevo fracaso dados los varios intentos fallidos, la facilidad con que 'Reyes' se movía en el país hermano, y debo repetirlo, porque me asaltaba el temor causado por las declaraciones del presidente Correa frente a las FARC".

"Correa, como candidato, hizo pronunciamientos que negaban el calificativo de terroristas a las FARC y en su ejercicio presidencial llegó a hablar del reconocimiento del estatuto de beligerancia" a este grupo, expresó Uribe en su web.

Además, dijo que el mandatario ecuatoriano tenía una "posición benigna" frente a esta guerrilla, que "contrastaba con su enérgica condena del paramilitarismo".

El canciller ecuatoriano insistió en que Uribe debería ocuparse de sus asuntos y recordó que Correa ha sido "bastante respetuoso con las cosas que pasaron en el periodo en que él fue Presidente" de Colombia.

Asimismo, recordó que con Santos en el poder en Bogotá, se logró poner fin a la ruptura de relaciones diplomáticas y que ahora existe un buen ambiente entre los dos Gobiernos.