Canciller Espinosa afirma que solo hay "casos aislados" de tortura en México

  • La tortura no es una práctica sistemática en México, ya que únicamente se dan "casos aislados" que no constituyen una "práctica de Estado", afirmó hoy la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.

México, 15 jul.- La tortura no es una práctica sistemática en México, ya que únicamente se dan "casos aislados" que no constituyen una "práctica de Estado", afirmó hoy la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.

"Quiero subrayar que, por supuesto, no se registra como una práctica de Estado, una práctica sistemática, al revés, se registra como hechos aislados que son violatorios de los derechos humanos", señaló la ministra mexicana en una rueda de prensa celebrada hoy en compañía de su homólogo alemán, Guido Westerwelle.

El pasado 6 de julio, en un acto celebrado en Ciudad de México, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, recibió del presidente de México, Felipe Calderón, el informe "Avances y desafíos en materia de derechos humanos".

En dicho texto el Gobierno mexicano reconoce que "aún no se ha erradicado por completo en el país" la "abominable práctica de la tortura".

"Se trata de un documento que hace una actualización sobre cuáles son los retos que México está enfrentando en materia de promoción y protección a los derechos humanos", apuntó hoy Espinosa.

En la rueda de prensa recordó que el informe completo señala que hay "muchos, numerosos" avances y algunos "retos", entre los que mencionó el de la erradicación de la tortura.

Para Espinosa, "sin duda la mejor manera de superar" esos desafíos "es reconocer y hacer un análisis y un diagnóstico muy preciso de cuál es la situación" que vive el país para "poder actuar en consecuencia y atacar aquellos puntos que todavía representan un reto".

El presidente de la Comisión Nacional Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, dijo a Efe esta semana que de la mano del Alto Comisionado de la ONU "se planteó la posibilidad de llevar a cabo una estrategia conjunta de capacitación, prevención y sobre todo de análisis" de la tortura.

Plascencia reconoció que hace falta "una coordinación más intensa" entre las distintas autoridades del país frente a este fenómeno, que se ha convertido en "una preocupación de los ombudsman de este país y de la CNDH, y compartida por la alta comisionada".

Por ello, el alto funcionario adelantó planes para trabajar contra la tortura y otros aspectos relacionados con los abusos de los derechos humanos "en una apuesta hacia la prevención".

La CNDH es un organismo público descentralizado con funciones de oficina del Defensor del Pueblo, cuyas recomendaciones no son vinculantes para aquellas autoridades a las que se dirigen.

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