Capriles, experimentado político y abogado busca arrebatar el poder a Chávez

  • El abogado Henrique Capriles inicia hoy la campaña de cara a los comicios presidenciales del 7 de octubre como candidato de la oposición venezolana, ofreciendo una imagen opuesta a la del presidente, Hugo Chávez, y con la que busca también marcar distancia de los partidos tradicionales en el país.

Caracas, 1 jul.- El abogado Henrique Capriles inicia hoy la campaña de cara a los comicios presidenciales del 7 de octubre como candidato de la oposición venezolana, ofreciendo una imagen opuesta a la del presidente, Hugo Chávez, y con la que busca también marcar distancia de los partidos tradicionales en el país.

De discurso conciliador y moderado, Capriles de 39 años, se alzó con una cómoda victoria sobre sus rivales en las elecciones en las que la oposición eligió al contendiente de Chávez para los comicios presidenciales del 7 de octubre.

Descendiente de judíos del gueto de Varsovia y biznieto de víctimas del campo de exterminio de Treblinka, Capriles se declara católico practicante y mantiene un discurso en el que trata de alejarse del discurso radical de algunos de sus contrincantes para las primarias.

No tiene problema en reconocer la necesidad de mantener los programas sociales de Chávez, además de subrayar la necesidad de ir al grano, asegurando que él, a diferencia del presidente venezolano, no va a estar hablando durante horas en la televisión.

Con una gorra siempre enfundada en la cabeza, el gobernador Capriles ha mantenido una prudente distancia de los partidos tradicionales como Acción Democrática y Copei y se ha asociado con otros líderes jóvenes como el exalcalde Leopoldo López, quien declinó su candidatura a las primarias para apoyarlo.

Pertenece a la clase alta caraqueña. Por el lado paterno, forma parte de una familia de dueños de medios de comunicación y empresas inmobiliarias, entre otros intereses, y por el ala materna sus parientes poseen un importante complejo de salas de cine.

Pero, aunque sus apellidos están asociados al poder empresarial, Capriles ha procurado desvincularse de una imagen elitista o poderosa para captar simpatías entre las clases más desposeídas.

Pese a su juventud, el político ya cuenta con un grueso currículum. Llegó a gobernador de Miranda, cargo que delegó el pasado 6 de junio para asumir la candidatura presidencial, tras vencer en las urnas a Diosdado Cabello, una de las piezas duras del Gobierno de Chávez y actual presidente de la Asamblea Nacional (AN).

Además, Capriles fue dos veces alcalde del municipio caraqueño de Baruta y hace 14 años se convirtió en el presidente más joven de la desaparecida Cámara de Diputados.

Es militante del partido Primero Justicia prácticamente desde su fundación y se ha mantenido dentro de esta organización política que se ha erigido como una de las principales de la oposición desde el año 2000.

Capriles ganó las elecciones primarias de la oposición que se celebraron el pasado 12 de febrero, en las que consiguió un 63,9 % de los votos válidos emitidos por 2,9 millones de personas que participaron.

El 10 de junio pasado inscribió su candidatura a la Presidencia ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) acompañado de miles de simpatizantes, incluyendo a su exnovia la presentadora Erika de la Vega, quien fue la maestra de ceremonias del acto.

Capriles nunca se ha casado y tampoco tiene hijos aunque se le conocen algunos romances. En el último año ha comentado que su único deseo es conseguir una novia con la que pueda casarse.

Sus detractores le acusan de "inacción" durante el ataque que sufrió la embajada de Cuba en Venezuela por parte de radicales antichavistas durante el golpe de Estado que sacó a Chávez del poder dos días en abril de 2002.

El entonces embajador cubano en Venezuela, Germán Sánchez, aseguró que Capriles, que para esa época era alcalde de la zona donde se encuentra la sede diplomática, no intentó evitar las agresiones y destrozos, que alcanzaron a automóviles e incluyeron el corte de electricidad y el agua de la legación.

Aquellas acusaciones terminaron con su encarcelamiento 119 días y su caso llegó hasta el final de la vía judicial, donde fue exonerado de culpa.

"Lamento que mi buena fe se convirtió luego en una película para llevarme a la cárcel (...) a mí me llevaron a la cárcel sin ni siquiera haber sido imputado", indicó Capriles en una entrevista a Efe, al afirmar que él fue a la embajada para garantizar la seguridad de la legación y sus funcionarios.

Capriles ha basado su campaña electoral en visitar los diferentes estados del país y en el tema de la inseguridad para lo cual lanzó, el pasado 29 de mayo, un plan con el que propone disminuir la tasa de homicidios en el país que actualmente se sitúa en 50 por 100.000 habitantes.

"Muere un venezolano cada 30 minutos y otro es secuestrado cada ocho horas", apuntó entonces.

Los sondeos de opinión de cara a las próximas elecciones no lo han favorecido y las últimas encuestas lo ubican unos 20 puntos por detrás de Chávez, hecho que Capriles ha subestimado al tiempo que ha exigido al CNE condiciones de igualdad entre los candidatos.

Capriles ha criticado, además, las recientes acciones del Gobierno de Chávez como la suspensión del envío de petróleo a Paraguay tras la destitución del presidente Fernando Lugo y la visita oficial, el pasado 26 de junio, del mandatario de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

Asimismo, el candidato ha cuestionado que el Gobierno de Chávez desarrolle proyectos para poner en órbita el segundo satélite venezolano, el primero de observación terrestre, y un programa de fabricación de aviones no tripulados por parte de la industria militar.

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