Carballeda atribuye el príncipe de asturias "a la solidaridad de la ciudadanía española"


El presidente de la ONCE y su fundación, Miguel Carballeda, atribuyó este viernes la concesión a su organización del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2013 "a la solidaridad de la ciudadanía española", con quien, aseguró, "se ha hecho justicia".
"Creo que era el momento (de recibir el galardón) y que se ha hecho justicia, pero no solo con la ONCE, sino con la sociedad civil", afirmó Carballeda en una entrevista concedida a Radio Nacional y recogida por Servimedia.
El presidente de la Organización Nacional de Ciegos Españoles dijo que estaba convencido de que, al final, la entidad conseguiría el premio: "Sabía que era muy difícil, pero también que éste era nuestro año", dijo. Y es que en 2013 la ONCE está celebrando su 75 cumpleaños, porque nació el 13 de diciembre de 1938, gracias al trabajo de un grupo de ciegos que venían gestando la unión desde 1935.
Uno de esos españoles ciegos fundadores de la ONCE fue Javier Gutiérrez de Tovar, un hombre que, como sus compañeros de fatigas, tuvo siempre mucha "claridad de ideas" y fue "valiente", contó Carballeda, quien se acordará de él cuando recoja, de manos del príncipe Felipe, el galardón.
Además de Gutiérrez de Tovar y del resto de fundadores de la ONCE, estarán en la mente del ahora presidente de la organización sus aproximadamente 20.000 vendedores, todos los profesionales que atienden a las personas ciegas desde que nacen (psicólogos, profesores, trabajadores sociales, etc.) y, cómo no, su madre, que tanto ha luchado para que él conservara algo de vista.
Tuvo también un recuerdo y un gesto de agradecimiento el presidente de la ONCE y de su fundación para las cinco ONG que avalaron la candidatura de la organización de ciegos para el Príncipe de Asturias de la Concordia 2013, que fueron, concretamente, Cáritas, Cruz Roja, Unicef, Manos Unidas y Mensajeros de la Paz.
AÑOS DIFÍCILES
Miguel Carballeda hizo un repaso por los 75 años de historia de la ONCE y reconoció que los últimos han sido difíciles para la entidad, que ha notado también la crisis y que ha tenido que hacer frente a obstáculos como la proliferación de juegos de azar. "Hay muchas loterías, muchísimas", indicó.
También, reconoció, "hemos usado la tijera de los recortes para prescindir de todo aquello que no es tan importante" y para poder mantener el empleo fijo y seguir creando puestos de trabajo.
Pero esto, añadió, ha permitido que la ONCE y su fundación extiendan su solidaridad fuera de España y ayuden a personas ciegas de América Latina o África, donde sigue habiendo aldeas en las que se considera que los niños ciegos son "una maldición" y que, por ello, "los echan a pedradas".
A juzgar por estas situaciones y por la forma de vida que tienen los ciudadanos con ceguera en España, los afiliados a la ONCE deben saber, a juicio de su presidente, que gracias a esta organización "son unos privilegiados".
Por esto, por haber conseguido una organización "ejemplar en el mundo" que ayuda a todas las personas con pérdida grave de visión y con otras discapacidades que lo precisen y por que da empleo a unos 120.000 ciudadanos, la ONCE se merece, a juicio de su presidente, el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, del que son también parte, sin duda para Carballeda, todos los ciudadanos de este país.

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