Casi un tercio de las mujeres mayores vive en la pobreza

Entre un cuarto y un tercio de las mujeres mayores vive por debajo del umbral de la pobreza, según datos de Cáritas facilitados a Servimedia por la activista y abogada María Naredo.
Naredo apuntó las reivindicaciones por una sociedad más justa con las mujeres que las ONG Acsur-Las Segovias y Hegoa expondrán en el Congreso de los Diputados a los grupos parlamentarios el próximo 14 de diciembre.
Dichas peticiones son fruto de los cuatro años de trabajo de la campaña sin Mujeres no es Democracia, desarrollada en España y América Latina a partir de encuentros y talleres de organizaciones de mujeres del norte y del sur.
Según explicó Naredo, estas reivindicaciones giran en torno a tres ejes: participación política, derechos económicos y garantía de vivir sin violencia y resolución de conflictos armados.
En su opinión, “el concepto de ciudadanía parte de ideas patriarcales como tener un empleo, y por ello excluye a muchos colectivos vulnerables”, entre ellos a las mujeres.
Por eso, pidió que a las inmigrantes no se les exija como requisito sine qua non para conseguir la ciudadanía “un año de trabajo con 40 horas semanales, pues muchas de estas mujeres se empleaban en la economía informal de los cuidados”, y criticó que el derecho a percibir pensiones y ayudas sociales dependa de los años cotizados.
Por este motivo, entre un tercio y un cuarto de las mayores de 65 años viven por debajo del umbral de la pobreza, cifra que se ha duplicado en los últimos años, señaló.
CRÍTICAS A LA LEY DE EXTRANJERÍA
Naredo lamentó además que durante el primer semestre de 2010 las denuncias por violencia de género procedentes de mujeres inmigrantes han caído a la mitad.
A su juicio, ello se debe en parte a la nueva Ley de Extranjería, pues si no acreditan en sentencia firme que ha habido maltrato, las mujeres se arriesgan a que se les abra un expediente de expulsión.
También pidió aplicar la Ley de Asilo y contemplar la persecución por motivos de género, regular la objeción de conciencia en España para no limitar el derecho a decidir de las mujeres, apoyar a las organizaciones feministas que trabajan a favor del aborto y de la libertad sexual en América Latina, combatir las persecución a lesbianas y transexuales, y "despatologizar" la transexualidad en la sanidad española.
Naredo criticó que “por ahorrarse 200 millones de euros, el Estado español no va a poner en marcha el permiso de paternidad de cuatro semanas”.
A su juicio, hay que fomentar “la corresponsabilidad por parte del Estado, las empresas y los propios hombres”. Asimismo, reclamó generalizar la gratuidad de los cuidados de 0 a 3 años y apoyar a las mujeres que “actúan como agentes pacificadores” en los conflictos armados y en la gestión de la paz.
Por último, Naredo apuntó que “ninguna de las medidas anticrisis aprobadas por el Gobierno ha ido acompañada del correspondiente informe de impacto de género, algo que es obligatorio desde 2003”.