Caso nóos. Urdangarin: “como presidente de nóos no estaba al corriente de las facturaciones”

El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, dijo en el interrogatorio de 22 horas al que fue sometido este fin de semana que, como presidente del Instituto Nóos, “no estaba al corriente de las facturaciones”, y descargó la responsabilidad sobre la presunta captación y desvío de fondos públicos señalando que estos asuntos los llevaba “el servicio contable”.
Esta es una de las afirmaciones realizada este fin de semana por Urdangarin y que consta en la trascripción de su declaración, un documento al que ha tenido acceso Servimedia. El marido de la infanta Cristina estuvo esta madrugada cerca de dos horas releyendo esta trascripción antes de firmarla, y abandonó los juzgados de Palma de Mallorca sobre las 4.00 horas.
Urdangarin negó asimismo haber hecho negocios con las empresas “satélite” de la trama, como Virtual Estrategies, Intuit Strategy Innovation o Shiriaimasu, unas sociedades que, según los investigadores, servían para emitir facturas falsas y desviar el dinero captado de organismos públicos. Urdangarin afirmó que sólo sabía que estas sociedades eran propiedad de Torres.
Dijo además desconocer si el Instituto Nóos o la sociedad Aizoon, que compartía al 50 por ciento con la infanta Cristina, hicieron negocios con estas empresas. Urdangarin sí reconoció en cambio que sabía que Nóos Consultoría “proveía de servicios” al instituto, pero aseguró que no era consciente de que este flujo comercial se producía también al revés.
INCREDULIDAD DEL JUEZ
Urdangarin aseguró que abandonó su actividad con Nóos el 20 de marzo de 2006, después de que la Casa Real le aconsejase “que dejase de contratar con instituciones públicas”.
El juez Castro le indicó entonces que existen “serios indicios” de que en realidad no llegó a desvincularse del organismo, pero el yerno del Rey insistió en que a partir de ese momento se centró “en el sector privado”, abandonando “completamente” el público.
El imputado señaló asimismo que en el Instituto Nóos, como institución sin ánimo de lucro, debía “reinvertir en lo que se está haciendo” cada céntimo que haya de beneficio.