El PSOE gana en Castilla y León 32 años después y el PP necesita a Ciudadanos

  • Los pactos post-electorales marcarán el futuro político de la comunidad autónoma. 
Elecciones Autonómicas 2019
Elecciones Autonómicas 2019
Nerea de Bilbao

Los vaticinios de las encuestas se han cumplido y, 32 años después, el PP ha perdido la mayoría en el que era uno de sus grandes bastiones, Castilla y León. Con cerca del 90% escrutado, los populares se quedan con 31 escaños, 11 menos que en las anteriores elecciones de 2015. Dejan así de ser la fuerza más votada en la comunidad autónoma y ceden el puesto al PSOE, con 34 escaños, desde los 25 que lograron los socialistas hace cuatro años.

Con estos resultados, quedan abiertos todos los escenarios. Los pactos que empiecen a fraguarse a partir de este lunes van a ser claves para determinar el futuro político de la región. Y aquí Ciudadanos es clave. Su candidato a la presidencia de la Junta, Francisco Igea, ha dejado claro que es más partidario de pactar con el PSOE de Luis Tudanca que con el PP de Alfonso Fernández Mañueco, para revertir "costumbres irreverentes" después de más de tres décadas de gobiernos populares.

Ciudadanos logra 12 escaños, imprescindibles a uno y otro lado para alcanzar la mayoría necesaria de 41 asientos en la cámara autonómica. El poder negociador de los de Igea es máximo, pues suma al mismo tiempo con PP y con PSOE. La gran duda en este momento es si buscarán un acuerdo alternativo con los socialistas o acabarán por sostener un nuevo ejecutivo popular. La llave del gobierno es suya.

El panorama que dibujan las urnas escrutadas del 26M dejan al líder nacional del PP especialmente tocado. Pablo Casado vive su noche electoral más trascendente, después del batacazo en las elecciones generales de hace apenas un mes. Su mirada estaba puesta de cara a las autonómicas, sobre todo, en tres comunidades concretas: Madrid, Murcia y Castilla y León, tradicionales feudos de los populares que ahora se tambalean. Las mayorías absolutas ya son cosa del pasado y los acuerdos con otros partidos a nivel regional y local van a ser fundamentales a partir de esta semana.

Tampoco está siendo una noche dulce para la izquierda. La coalición Podemos-Equo  liderada por Pablo Fernández apenas logra 1 diputado en Castilla y León, lo que supone un retroceso importante, habida cuenta de que la formación en solitario logró 10 asientos en 2015. 

Al otro lado del panorama político, en la extrema derecha, hay mejores sensaciones. Vox logra irrumpir en las Cortes de Castilla y León. Lo hace con apenas un diputado, pero la formación lo considera un buen resultado, frente a algunas encuestas que descartaban que finalmente la candidatura de Jesús García Conde pudiera hacerse hueco en el parlamento autonómico.

Los dos escaños restantes se van uno para Unión del Pueblo Leonés, que mantiene así su representación en el parlamento castellano y leonés, y otro para XAV, que también se hace con un asiento por primera vez.

Por provincias, se quedan teñidas de azul Salamanca, Ávila y Segovia, donde los populares siguen siendo la fuerza más votada. No sucede así, sin embargo, en León, Zamora, Valladolid, Palencia, Burgos y Soria, donde ganan los socialistas.

Así los resultados en Castilla y León, la incógnita se mantiene en la decisión que pueda tomar Ciudadanos: respaldar de nuevo al PP como ya hizo en la anterior legislatura o promover en esta ocasión un cambio de gobierno que muchos comparan con el producido en Andalucía, pero con los populares como damnificados tras 32 años de gobierno en lugar de los socialistas.

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