Cataluña. Societat civil catalana cree que el 9-n no pasará nada pero será la excusa para el conflicto posterior


El presidente de Societat Civil Catalana (SCC), José Ramón Bosch, afirmó hoy que el 9 de noviembre “no va a pasar nada”, pero añadió que “el problema empieza después”, pues servirá para que los independentistas digan que el Estado no es democrático y será la justificación para la escalada de tensión posterior. “Lo que se busca es el conflicto, no el hecho de votar”, indicó.
En el transcurso de una conferencia que pronunció en Madrid, Bosch diagnosticó que el Gobierno catalán y los partidos soberanistas están haciendo “la teatralización de unos acontecimientos que no van a tener lugar”, más allá de las urnas oficiosas que pueda colocar en la calle la Asamblea Nacional Catalana, pero que, si una mayoría de catalanes quiere la independencia, “al final Cataluña va a ser independiente” porque eso “no hay Constitución que lo pare”.
En este sentido, advirtió de que “el reto independentista va muy en serio, no es un juego de niños”, y auguró que hasta enero o febrero tendrá lugar “una gran agitación”, porque un 70% de los catalanes están a favor del derecho a decidir, y es muy difícil negar eso a la gente.
SCC abogó por un referéndum, pero de todos los españoles y no hará campaña por el sí ni por el no en la consulta del 9-N porque “es un proceso falso, que engaña a la poblacion y la manipula para llevar al conflicto civil”.
Finalmente, Bosch prevé que la máxima tensión llegará en mayo con las elecciones municipales, donde “la apuesta independentista va a poner toda la carne en el asador” y se calcula que ERC podría hacerse con hasta 600 alcaldías de 900. Desde los ayuntamientos podría promover la independencia de Cataluña.
El presidente de SCC considera que, en ese proceso, “va a haber momentos de tensión, no de violencia”, y abogó por hacer una campaña en positivo, desde los sentimientos y tratando de demostrar a los catalanes que “España es un buen negocio”. Desde su punto de vista, “el discuso del miedo no lleva a ninguna parte en Cataluña”, y amenazas como la de que pueda quedar fuera de la UE o que los bancos se marchen fuera “echan gasolina” al independentistmo.
TERCERA VÍA SUPERADA
En otros momentos de su intervención y el coloquio, Bosch vaticinó también que “la tercera vía está completamente superada”, y que a “nacionalistas que han vivido muy bien, que han sabido buscarse la vida y ahora creen que van a tener su oportunidad, les va a pasar la ola por encima” y no van a jugar ningún papel en el proceso.
No mencionó explícitamente el nombre del portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, pero sí dijo que todos los asistentes sabían a quién se refería.
También destacó que “todo se está improvisando” tanto en Madrid como en Barcelona y que “aquí nadie tiene un plan”. A su juicio, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, hizo la apuesta para las elecciones catalanas de 2012, perdió escaños y luego, “mal asesorado”, optó por tirar para adelante.
Ahora, cree que hasta el 9 de noviembre a los partidos proconsulta “se les va a hacer larguísimo” para seguir escenificando una unidad. Pero, una vez superado, SCC aspira a movilizar a los catalanes no secesionistas, que cree que siguen siendo mayoría.
En particular, puso el foco en el cinturón de Barcelona, donde dijo que la Asamblea Nacional Catalana sabe que se va a jugar el desenlace del proceso, y por eso hace campaña allí con eslóganes fáciles como el del pacto fiscal, consiguiendo que votantes de izquierda de toda la vida hayan pasado a ser independentistas sin haber sido antes nacionalistas.
Prguntado sobre cómo cree que terminará todo, Bosch contestó que “esto puede acabar mal o muy mal”, por lo que se conjuró: “Tratemos de que acabe mal para que no acabe muy mal”.

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