China examinará la apelación de Bo sin que se esperen cambios en la sentencia

  • Un tribunal chino examinará el recurso de apelación de Bo Xilai contra su sentencia a cadena perpetua, una decisión que se considera más un puro formalismo que una oportunidad real para el ex líder de ver su condena atenuada.

Pekín, 9 oct.- Un tribunal chino examinará el recurso de apelación de Bo Xilai contra su sentencia a cadena perpetua, una decisión que se considera más un puro formalismo que una oportunidad real para el ex líder de ver su condena atenuada.

"Tras una investigación, esta corte ha decidido aceptar (la apelación), de acuerdo a la ley", dice el escueto comunicado del Tribunal Popular Supremo de la provincia de Shandong (este) publicado hoy en la cuenta de Weibo -el Twitter chino- de la propia corte.

La respuesta del tribunal llega algo más de dos semanas después de que Bo, ex secretario general del Partido Comunista chino en la municipalidad de Chongqing, apelara su sentencia a cadena perpetua por aceptación de sobornos, malversación y abuso de poder.

El que fuera uno de los líderes más populares de la potencia asiática hasta su caída en desgracia hace un año y medio, emitió su recurso el 22 de septiembre, el mismo día en el que el Tribunal Popular Intermedio de Jinan (capital de Shandong) reveló la condena.

En esa corte, situada en una ciudad "neutral", al ser ajena a los feudos de Bo, el ex dirigente chino protagonizó un teatral juicio en agosto que se demoró hasta cinco días y en el que sorprendió por su actitud combativa.

Durante la audiencia, Bo rechazó los tres cargos con más vehemencia de lo esperado, ya que la asunción de culpabilidad suele atenuar la sentencia final en los procesos judiciales chinos.

"Convirtió el juicio en su discurso de despedida", opina en declaraciones a Efe Willy Lam, experto en política china de la Universidad de Hong Kong.

Para Lam, el hecho de que el Tribunal acepte la sentencia no cambiará la situación, y considera que más bien responde a un procedimiento normal y a que, "en particular, (Bo) es un personaje controvertido que cuenta aún con apoyos entre los ciudadanos".

"Lo hacen porque quieren aparentar que obedecen las leyes. Si no le permitieran apelar, habría manifestaciones en Chongqing", apunta el experto.

Fue durante su cargo como jefe del partido en esa metrópolis, a la que Bo dio a conocer como "La Roja" por el rescate de viajes tradiciones maoístas, cuando saltó el peor escándalo de la escena política en décadas.

El detonante del mismo fue el intento de refugio en febrero de 2012 del ex mano derecha de Bo en Chongqing, Wang Lijun, en una legación vecina estadounidense, en la que reveló la mala praxis de su entonces jefe y vinculó a su esposa, Gu Kailai, con la muerte del empresario británico Neil Heywood.

Meses después de ese episodio, Gu fue condenada a la pena de muerte suspendida -cadena perpetua en la práctica- por el asesinato de Heywood, mientras Wang fue sentenciado a quince años de cárcel por deserción y otros delitos.

Tanto Gu como Wang declararon en contra de Bo durante el juicio, cuya sentencia el ex dirigente consideró que "no está basada en los hechos", según declaró él mismo al escucharla, por lo que decidió apelarla.

Ahora, el Tribunal tiene dos meses para resolver o bien reafirmando la sentencia anterior o admitiendo en parte o todas las alegaciones, lo que podría incluso conducir a un improbable nuevo proceso.

"Hay casi un cien por cien de posibilidades de que se mantenga la sentencia original", considera Lam.

De hecho, la corte no ha puesto fecha de audiencia para que Bo explique su recurso, y se ve probable que sea examinado a puerta cerrada bajo exigencias del partido.

El margen de dos meses da tiempo suficiente a que la decisión del tribunal sea comunicada antes de que la formación, que la pasada semana cumplió su 64 aniversario en el poder, celebre su próximo gran cónclave en noviembre, del que aún se desconoce la fecha concreta.

En la reunión se espera que el nuevo Gobierno de Xi Jinping -presidente de la potencia asiática desde marzo- discuta importantes reformas, para las que necesita el mayor consenso posible tras un año en el que el escándalo de Bo ha expuesto las escisiones de la formación.

Ante esta situación, la rehabilitación política de Bo, cuya popularidad le había granjeado tantos apoyos como detractores en las filas del partido, se antoja altamente improbable para expertos como Lam.

"Tiene algunos apoyos entre los maoístas intelectuales, pero no suficientes como para su reinserción. Éste es su final", concluye el docente.

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