China y EEUU minimizan sus desavenencias y cierran diálogo con acuerdos

  • China y EEUU cerraron hoy la sexta ronda del Diálogo Económico y Estratégico, unas reuniones que se concentraron en los avances para firmar acuerdos bilaterales y en las se que pasó de puntillas por los temas sensibles y las divergencias existentes entre ambas potencias.

Xavier Fontdeglòria

Pekín, 10 jul.- China y EEUU cerraron hoy la sexta ronda del Diálogo Económico y Estratégico, unas reuniones que se concentraron en los avances para firmar acuerdos bilaterales y en las se que pasó de puntillas por los temas sensibles y las divergencias existentes entre ambas potencias.

Los dos días de conversaciones acabaron hoy con más de cien acuerdos mayoritariamente económicos, pero también en ámbitos como la lucha contra el cambio climático, el tráfico de especies protegidas y la creación de grupos de trabajo para la prevención de la proliferación de armas nucleares o para reforzar el diálogo entre ambos ejércitos.

"China tiene un papel extremadamente importante que desempeñar en la lucha contra una serie de cuestiones globales y la esperamos para ser socios en este empeño", declaró el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en la rueda de prensa conjunta que cerró los diálogos.

Así, ambas potencias coincidieron en trabajar para la desnuclearización de Corea del Norte e Irán, el cese de la violencia y la reanudación de las negociaciones en Siria y la "reconciliación y revitalización" de Afganistán.

Además, firmaron ocho acuerdos en proyectos conjuntos que tienen por objetivo reducir las emisiones de gases contaminantes que causan el efecto invernadero.

En el terreno económico, avanzaron en las negociaciones para la firma de un tratado de inversión bilateral, cuyo texto estará previsiblemente acordado a finales de año para pasar, en 2015, a elaborar la llamada "lista negativa", que debe detallar en qué sectores no estará permitido invertir.

"El éxito de esta ronda de conversaciones se reafirma en que los dos países tienen la capacidad y la sabiduría de entenderse y manejar sus contradicciones y diferencias", resumía hoy el viceprimer ministro chino Wang Yang.

Y es que, si bien ambos países dicen haber dialogado sobre aspectos de fricción como la ciberseguridad o las tensiones de soberanía entre China y sus vecinos asiáticos, los portavoces de las delegaciones han minimizado estos asuntos sensibles en virtud de "los beneficios a largo plazo".

Una vez cerrado el diálogo, Kerry dijo en la rueda de prensa de la delegación norteamericana que Estados Unidos "no toma partido por ninguna de las partes" en los conflictos marítimos de China con los países vecinos (Japón, Vietnam, Filipinas), pero reconoció que las acciones de Pekín "generan preocupación".

A la misma hora, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Zheng Zeguang, insistía en que China "tiene una actitud firme en defender su soberanía" e instaba a Estados Unidos a "adoptar un punto de vista objetivo", las mismas palabras que utilizó hace tres días cuando los encuentros no habían comenzado.

En el terreno de la ciberseguridad, y en medio de una nueva supuesta práctica de espionaje desde China a Estados Unidos que hoy publicó la prensa norteamericana, ambas delegaciones coincidieron en "trabajar conjuntamente" pero no consiguieron que el Grupo de Trabajo Cibernético Chino-Estadounidense retome sus actividades.

China suspendió estas conversaciones después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciara la acusación de espionaje industrial a gran escala contra cinco miembros del Ejército Popular de Liberación chino.

Los altos cargos chinos decían hoy que los dos días de conversaciones y especialmente las palabras de los presidentes Xi Jinping y Barack Obama -las de este último por carta-, que abogaron por "dejar atrás los viejos patrones de confrontación", habían conseguido "inyectar energía positiva" a las reuniones.

Mientras, uno de los representantes de la delegación estadounidense comentaba en los pasillos del complejo pequinés de Diaoyutai que "al menos ahora hablamos de todo, hasta de las diferencias".

"Esto es como una carrera de fondo", resumía el delegado.

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