CIDH llama a México a romper "ciclo de impunidad" que protege a violadores de DDHH

  • La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó este miércoles a México a romper el "ciclo de impunidad" que protege a violadores de derechos humanos, en un crítico informe en el que pide "reorientar" el combate militar contra el narcotráfico.

"El gran desafío del Estado mexicano radica en romper el ciclo de impunidad imperante" indicó la CIDH, órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos, en el extenso reporte, redactado tras una visita al país entre el 28 de septiembre y el 2 de octubre de 2015.

La estrategia militarizada contra los carteles del narcotráfico iniciada durante el gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012) e intensificada por su sucesor Enrique Peña Nieto, condujo a México a "una grave crisis de violencia y de seguridad" que "ha desatado aún mayor violencia así como violaciones graves a los derechos humanos", señaló la CIDH.

La propuesta del organismo: retirar gradualmente las fuerzas armadas de funciones de seguridad pública y entregarlas a policías civiles.

Las autoridades mexicanas deben "reorientar" la guerra contra el narcotráfico - que ha dejado ha dejado más de 100.000 muertos y desaparecidos desde 2006 -, hacia un abordaje con "perspectiva integral, de derechos humanos y salud pública" sobre las adicciones, indicó el organismo.

El gobierno mexicano debe "reconocer que hay una crisis grave", dijo a la AFP el presidente de la CIDH, James Cavallaro.

"No podemos tolerar que las fuerzas militares asuman funciones no propias y que hagan eso con índices de abusos altísimos" que se saldan sin condenas para los responsables, añadió Cavallaro, que es relator para México.

El duro informe constituye la más exhaustiva revisión que elabora la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la situación general de los derechos humanos en México desde 1998.

"En nuestro país no se vive una crisis de derechos humanos", respondió la cancillería mexicana en un comunicado, señalando que el informe de la CIDH "desafortunadamente no refleja la situación general del país y parte de premisas y diagnósticos erróneos, que no se comparten".

Para el gobierno mexicano, la Comisión tuvo un "sesgo inicial", se enfocó solo en los problemas de seis regiones y llegó a "conclusiones sin fundamento", sin reconocer los avances del país en derechos humanos en el último medio siglo.

La situación de los derechos humanos se ha convertido en un punto sensible para el gobierno de Peña Nieto, especialmente tras la desaparición en 2014 de 43 estudiantes en Ayotzinapa, un caso en el que se sospecha que hubo complicidad de agentes policiales y narcotraficantes, y que es investigado por un grupo de expertos de la CIDH.

Pero la Comisión dibujó un panorama generalizado de violaciones a los derechos humanos y un marco de impunidad que protege a los responsables.

Hay una "práctica de desapariciones forzadas a manos de agentes del Estado o con la participación, aquiescencia o tolerancia de las mismos", según el reporte.

El organismo también denunció el uso de la tortura y la proliferación de ejecuciones: el número de muertos en relación con los heridos en enfrentamientos con la policía llegó a ser más de veinte veces superior al indicador mínimo de "abuso de fuerza".

Es de especial atención la "situación de inseguridad", especialmente para mujeres y niños, emigrantes y activistas de derechos humanos, así como periodistas en México, uno de los países más peligrosos para el ejercicio de esa profesión, con cuatro comunicadores asesinados este año, señaló.

Pero las instituciones no están respondiendo de manera efectiva para detener y sancionar esas violaciones y atender a las víctimas, concluyó la CIDH en su reporte de 265 páginas.

La "respuesta de las autoridades presenta graves deficiencias", las "falencias en las investigaciones sobre desapariciones son graves y múltiples", y los responsables no rinden cuentas "conforme a los estándares internacionales", enumeró el organismo en su extenso informe.

Muchos mexicanos se han convencido de que los esfuerzos por lograr justicia son solo una "simulación", apuntó.

Es "infeliz" porque, en contraste, México ha dado grandes pasos en la protección de los derechos humanos, dijo Cavallaro.

"Reconocemos que el marco normativo mexicano ha avanzado bastante, es bastante bueno", indicó.

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