Ban condenó el ataque a la base en Kidal y recordó que atacar a soldados de la ONU constituye un crimen de guerra.
"Los ataques perpetrados contra la Minusma (la Misión de la ONU en Malí) no debilitaran la determinación de Naciones Unidas de apoyar al gobierno maliense, a las partes firmantes del acuerdo de paz y al pueblo de Malí en sus esfuerzos por conseguir una paz y estabilidad duraderas", señaló Ban.
La misión de la ONU en Malí había informado previamente de la muerte de tres cascos azules y de tres soldados malienses en el marco de dos atentados separados atribuidos a yihadistas.
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