Concedida el mes pasado

Ciudadanos logra registrar la marca 'liberales' para activar su refundación

El partido naranja busca desde finales del año 2021 un cambio radical en su imagen para impulsar a la formación. Desde el partido esgrimen que el registro de la marca se ha llevado a cabo por "prevención".

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Ciudadanos logra registrar la marca 'liberales' para activar su refundación.
Europa Press

Ciudadanos cierra el debate del estado de la nación comenzando uno nuevo en torno a su partido. Serán seis meses de negociaciones donde la formación busca una refundación para la maratón electoral que les espera en 2023. "Tenemos que insistir para que lo viejo acabe de morir y lo nuevo acabe de nacer", decía una fuente con un puesto relevante dentro del partido. Entre estos posibles cambios se esperan nuevos perfiles, rediseño de políticas y no se descarta un nuevo nombre. De momento, hay uno que va cogiendo fuerza dentro del partido: liberales.

Una palabra que no solo se utilizó durante la campaña andaluza, sino que además la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) dio a mitad del pasado mes de junio luz verde al partido para usar la marca 'liberales', que esta fue solicitada unos meses antes por el partido que lidera Arrimadas (a finales del año 2021). Además, ayer, esta misma oficina -que está adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y turismo- dio inicio a la cuenta atrás de cinco años por el que insta a Ciudadanos a utilizar la marca registrada si no quiere recibir las "sanciones previstas", como así se desprende del artículo 39 de la Ley de Marcas. 

Sobre la posibilidad de elegir el nombre de 'liberales', fuentes de Ciudadanos aseguran que "todavía no hemos abierto ese melón porque es algo que todavía no está sobre la mesa, pero sí queremos que se nos identifique con ese nombre. Por lo que no está descartado. El equipo de refundación (un grupo autónomo formado por ocho personas del partido) es el que se encarga". Por otro lado, sobre el registro de la marca afirman que "son cosas que haces por prevención. Al final, es un nombre muy común -como Ciudadanos- y preferimos registrarlo para evitar cualquier picaresca".

La unidad dentro de la formación es máxima, como se pudo comprobar durante la segunda jornada del debate del estado de la nación. Así, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, posiblemente el segundo rostro más poderoso 'de facto' del partido, estuvo presenciando el discurso de Inés Arrimadas desde la tribuna de invitados hasta que esta terminó. Por último, y antes de abandonar el hemiciclo, esbozó una sonrisa mientras seguía con la mirada el paseillo que hacía de vuelta su líder hacia el escaño. Una afinidad a la que se le ha unido la elección de Francisco Igea (el único diputado de los 59 que ha sobrevivido a las tres últimas elecciones autonómicas) dentro de la ejecutiva del partido. Esta decisión es muy simbólica ya que se trata de uno de los políticos que más críticos habían sido con la sucesora de Albert Rivera. 

Arrimadas, perfil propio en el debate de la Nación

Aunque su partido sigue manteniendo un discurso económico casi idéntico al del PP, Arrimadas quiso mantener un perfil propio subrayando las diferencias. En primer lugar, definiendo su política energética. "Pensar que la transición ecológica se puede conseguir sin contar con la nuclear no solo es sectario, sino vivir en otro mundo. También es verdad que los que ahora salen en defensa de la energía nuclear fueron los que empezaron esta guerra contra la nuclear. Quiero recordar que la central de Zorita (en Guadalajara) la decidió cerrar José María Aznar en el 2003 y la de Garoña (en Burgos) se cerró en 2017, con Mariano Rajoy".

También remarcó sus diferencias al tratar el asunto del nacionalismo. "Estamos en el debate de la nación, no en el debate de la nación de naciones, ni en el debate de la nación plurinacional o plurirregional. Lo más preocupante es que esta obviedad no lo tengan claro ni los representantes del principal partido de la oposición".

Por último, recogió el guante de defender a una parte de la sociedad olvidada por la clase política: los jóvenes. "Han sufrido dos crisis. Personas que han estudiado, que han aprendido idiomas y que han hecho sus prácticas en empresas... pero que no pueden comprar una vivienda, ni soñar con vivir en los barrios donde han vivido sus padres y ni tener hijos porque todavía no se lo pueden permitir. Del 2008 al 2020, el salario medio de los trabajadores de 30 a 35 años ha subido un 3,8%, el salario de los de 25 a 29 años ha subido un 5,3% y el de los de 20 a 24 ha bajado casi un 3%, pero la pensión media de jubilación en ese mismo periodo, en cambio, ha subido un 40%".

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