Comitivas surcoreanas cruzan la frontera para rendir homenaje a Kim Jong-il

  • Las únicas dos comitivas surcoreanas autorizadas por Seúl a asistir a las honras fúnebres por el líder norcoreano Kim Jong-il llegaron hoy a Pyongyang, donde el régimen sigue allanando el camino de la sucesión al hijo menor del fallecido líder.

Atahualpa Amerise

Seúl, 26 dic.- Las únicas dos comitivas surcoreanas autorizadas por Seúl a asistir a las honras fúnebres por el líder norcoreano Kim Jong-il llegaron hoy a Pyongyang, donde el régimen sigue allanando el camino de la sucesión al hijo menor del fallecido líder.

Lideraba una de las delegaciones la ex primera dama Lee Hee-ho, viuda del ex presidente surcoreano y Premio Nobel de la Paz Kim Dae-jung, y la presidenta del grupo Hyundai, Hyun Jeong-eun, estaba al frente de la segunda.

Las dos mujeres, que partieron de Seúl vestidas de luto entre una gran atención mediática, representan los canales político y económico abiertos por las Coreas a principios de la pasada década, en una época marcada por la distensión.

Pese a que Seúl prohíbe a sus ciudadanos cruzar el paralelo 38 para viajar a Corea del Norte, con estas dos comitivas hizo una excepción debido a que Pyongyang envío en su día representantes a los funerales de Kim Dae Jung y del presidente de Hyundai y esposo de Hyun, Chung Mong-hun.

El primero fue artífice de la política conciliadora de los "rayos de sol" que se tradujo, en 2000, en la histórica cumbre entre líderes de ambas Coreas, mientras que el segundo promovió importantes proyectos económicos intercoreanos.

Además de las dos mujeres, a Corea del Norte también ha logrado llegar un activista surcoreano residente en Francia, de nombre Hwang Hye-ro, que el sábado cruzó sin permiso la frontera norcoreana desde China a pesar de la prohibición de Seúl, informó hoy la agencia surcoreana Yonhap.

La Fiscalía surcoreana abrió hoy una causa penal contra Hwang, que si regresa a Corea del Sur será procesado por violar la Ley de Seguridad Nacional al realizar actividades que simpatizan con el régimen comunista del Norte.

Para un surcoreano, viajar al vecino comunista sin autorización conlleva penas de cárcel, castigo que el militante ya sufrió años atrás, cuando pagó con 30 meses entre rejas su primera incursión en el país vecino.

Además, la Policía de Corea del Sur anunció hoy severos castigos a quienes intenten instalar en Seúl altares para honrar la muerte del fallecido dictador norcoreano, después de que activistas y estudiantes trataran de rendirle tributo con ofrendas de incienso en diversas áreas de la capital.

Mientras, Corea del Norte continúa con los preparativos del funeral, que tendrá lugar el próximo miércoles y seguirá las pautas del organizado en 1994 para su padre y fundador del país, Kim Il-sung, aunque en aquella ocasión ninguna comitiva surcoreana pública o privada cruzó la frontera.

El miércoles habrá una ceremonia "de despedida" en Pyongyang, según la agencia estatal KCNA, mientras el jueves se organizará un acto de homenaje en todo el país, que incluirá disparos de duelo sincronizados en Pyongyang y todas las capitales de provincia.

Seguirán a los disparos tres minutos de silencio, tras los cuales todos los trenes y barcos harán sonar sus bocinas al unísono.

En paralelo a los preparativos del funeral, la maquinaria de estado de Corea del Norte trabaja sin descanso para legitimar a Kim Jong-un, hijo menor del "querido líder", como su sucesor.

A pesar de su juventud -se calcula que tiene menos de 30 años- y su escasa experiencia -fue promocionado a la élite política y militar en 2010- el régimen de Pyongyang parece arropar a Kim Jong-un, confirmado hoy por el periódico del Partido de los Trabajadores (PTC) como líder de facto de la formación.

"Vamos a jugarnos la vida para proteger a la Comisión Militar Central, dirigida por el querido camarada Kim Jong-un", rezaba el diario Rodong Sinmun, en una afirmación que implica el control de Kim Jong-un sobre el PTC, principal órgano de poder político del régimen.

"Todas las organizaciones del Partido en el país están defendiendo la ideología y el liderazgo del gran camarada Kim Jong-un con un pensamiento único", sentenció el Rodong Sinmun.

La afirmación del medio estatal norcoreano confirma que imponer la unidad sigue siendo la estrategia de supervivencia del régimen, que no se puede permitir fracturas en el incierto período de transición que sigue a 17 años de poder absoluto de Kim Jong-il.

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