Con 70 votos a favor y 63 en contra, Puigdemunt se siente con un mandato nítido por la secesión

Carles Puigdemont fue elegido, hacia las diez menos cuarto de la noche del domingo 10, nuevo presidente de la Generalitat con un total de 70 votos a favor, correspondientes 62 de ellos a Junts pel Sí y 8 a la CUP. Dos miembros de la formación anticapitalista se abstuvieron.

Tras ser proclamado oficialmente como nuevo presidente catalán, Puigdemont se dirigió a los diputados y al conjunto de los ciudadanos y trasladó el siguiente mensaje: "Intentaré ser digno de sus expectativas y de sus esperanzas. ¡Viva Cataluña libre!".

El nuevo responsable de la Generalitatcontó con el voto contrario de 63 parlamentarios, que eran los miembros de Ciudadanos, PSC, PP y Catalunya sí que es Pot.

La portavoz de la CUP en el Parlamento catalán, Anna Gabriel, había explicado durante el debate que los votos favorables y las abstenciones de su grupo eran “un gesto de confianza” con Junts, “porque nos hemos entendido y hemos fijado las bases del cambio”.

Por su parte, durante su intervención, Puigdemont aseguró que su designación iniciaba la etapa de la "preindependencia" de Cataluña y se reafirmó en la declaración soberanista aprobada el pasado 9 de noviembre por el Parlamento autonómico, con los votos de Junts y la CUP, y que luego fue anulada por el Tribunal Constitucional."Mandato nítido" por la secesión

"El candidato no es el mismo, pero el programa sí es el mismo”, dijo el hasta ahora alcalde de Gerona al referirse que si bien Artur Mas había dado un paso a un lado, el proyecto secesionista seguía adelante.

El nuevo presidente catalán señaló que el proceso secesionista necesitará “valor y coraje, pero no temeridad ni renuncias”, al tiempo que deberá englobar a todos los catalanes, también a los llegados de fuera, en una alusión con la que pareció querer precisar un tuit antiguo suyo que se ha divulgado recientemente en el que proponía “expulsar a los invasores”.

Asimismo, anunció su intención de crear un Banco de Cataluña y una Hacienda propia, con Consejo Fiscal catalán y otros órganos derivados, y el inicio del proceso constituyente. "No podemos dejar de recorrer ese camino", dijo, y negociarlo con el Estado español y con la UE, tareas para las que dijo que cuenta con Mas.

Puigdemont se reafirmó en que el 27-S otorgó un "mandato nítido, democrático" para avanzar en la secesión, porque ésta no es un proyecto de los políticos, sino "un proyecto local". Respuesto a la transparencia y buen gobierno, incluyó la intención de aprobar una nueva ley electoral catalana que sepa interpretar los deseos de la ciudadanía, los presentes y los futuros. Cataluña es la única comunidad que no ha aprobado una ley electoral propia, y la falta de proporcionalidad actual prima los territorios menos poblados donde los nacionalistas tienen mayoría clara.