Con el 48% de los votos la secesión se pone otra vez en marcha

    • De poco han servido las elecciones del 27S ni las promesas de la CUP de no declarar unilateralmente la independencia. Pese a perder su plebiscito del 27S, los secesionistas vuelven a poner en marcha la hoja de ruta sustituyendo a Mas por Puigdemont pero sin cambiar una coma del programa.
    • Los votos de Junts Pel Sí y la CUP han bastado para proclamar president a un hombre que lo primero que ha manifestado es "Visca Catalunya Lliure". Como si ahora no lo fuera.
AMP.- Puigdemont busca una legislatura de 15, 18 ó 20 meses para culminar el proceso soberanista
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El 27S fue planteado por los independentistas como un plebiscito. Los resultados dejaron ver de forma evidente que los secesionistas lo habían perdido. Así lo reconoció el propio candidato de la CUP, ahora dimitido, Antonio Baños.De hecho llegaron a comunicar que daban un paso atrás en la declaración unilateral de independencia. Todo es ahora papel mojado.Las dificultades para formar un Gobierno dejaron en evidencia que la huida hacia adelante de Mas iba a acabar con él. Echarse a los brazos de la CUP ha tenido sus consecuencias. Primero, la división en la CUP, que ahora presume de haber echado a Mas, pero que ya no es oposición a nada, el paso atrás de un Mas que ha sido devorado por el proceso, y la posición fuerte de Junqueras, vicepresidente todo poderoso.El 27S otorgó 62 escaños a Junts Pel Sí, 25 a C'S, 16 a PSC, 11 a Catsíqueespot, 11 al PP y 10 a la CUP. Ahora bien, los resultados del 27S otorgaron a Junts Pel Sí 1.620.973 votos. El 39,54% de los emitidos el día de las elecciones.Por su parte, la CUP logró 19 escaños y 336.375 votos, el 8,2% de los votos. En total el 47,74% de los votantes catalanes dijeron que sí a la secesión, si las elecciones hubieran sido un plsbiscito, que no lo eran legalmente.El número de Catalanes que votaron sí a independencia fue 1.957349 de votos. Los que votaron no a la secesión fueron 2.104.712. Pero eso no ha sido obstáculo para seguir ahora con el proceso. Podemos no se puede contabilizar en este caso como secesionista porque sus dirigentes siempre se han mostrado contrarios al mismo, aunque favorables a un referéndum por el derecho a decidir, para el que este partido pediría el no.La realidad es que los resultados del 27S poco les han importado a los secesionistas. Poco o nada. Porque ahora, con un nuevo president de la Generalitat, la hoja de ruta y el desafío secesionista se vuelve a poner en marcha, pese a que el TC ya tumbó la desconexión aprobada por el Parlament.Ahora tenemos nuevo presidente de la Generalitat. Más radical que Mas, o como dice Arrimadas, Mas de lo mismo. Puigdemont ha logrado la presidencia con70 votos a favor, 63 en contra y dos abstenciones en primera votación apenas dos horas antes de que se cumpliera el plazo límite para convocar nuevas elecciones. Puigdemont, que tomará posesión previsiblemente el martes, ha logrado el apoyo de la CUP tras comprometerse con el programa de ruptura con España en un plazo de 18 meses.El hasta ahora alcalde de Girona por CDC y presidente de la Associació de Municipis per la Independència (AMI) ha asegurado, en su discurso como candidato, que se va a "dejar la piel" al frente del Govern, y que es consciente de asumir un cargo temporal y un claro mandato.
Puigdemont, ligado durante años al sector de la comunicación, nació en Amer (Girona) el 29 de diciembre de 1962 y desde joven ha estado vinculado al soberanismo, siendo activista de Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes, y en los 80 fue cofundador de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), juventudes de CDC.

Casado y con dos hijas, filólogo de formación, se decantó por dedicarse al periodismo, trabajando en el diario 'El Punt' y en la revista 'Presència'. ¿Experienncia de gestión? Escasa, pero es independentista.
Puigdemont ha dejado claro este domingo cuáles serán sus prioridades como presidente, que pasan por ser fiel al mandato democrático de los ciudadanos en una nueva etapa que ha calificado como el último tramo para culminar el proceso independentista.

"Les prometo que me dejaré la piel y que haré que también lo hagan quienes me acompañen en este trayecto", ha dicho, prometiendo una actitud humilde pero ambiciosa y respetuosa pero respetable. Respetuosa y respetable con todo menos con el voto de los catalanes el 27S. Puigdemont ya ha dejado claro que su programa es el de Mas, idéntico."Tenemos que empezar a caminar a la luz de la declaración del 9-N para iniciar el proceso de constitución de un estado independiente. (...) No podemos mirar hacia otro lado. La declaración del Parlament abría el proceso constituyente y ahora ya no podemos dejarlo a un lado", ha dejado claro.Puigdemont creará "estructuras de Estado" como aduanas, un Banco Central de Cataluña, una hacienda catalana y una seguridad social propia, desde la que "se articularán las políticas sociales del futuro Estado catalán". El Gobierno será de 18 meses, el plazo que pidió Junqueras para separarse de España.

Inés Arrimadas, la candidata de Ciutadans al Parlament de Catalunya, ha sido contundente: "Junts pel sí no tiene diputados ni para cambiar una coma del Estatuto". Pero quieren la independencia igualmente.

El Estatut, por su alto rango, necesita de una mayoría especializada para reformarse, tal y como se establece dentro del propio texto legal. Así,necesita una mayoría de 2/3, es decir, 90 diputados.

La única lectura positiva de este drama, que a veces ha sido un sainete, es que la formación de un nuevo Gobierno puede abrir la puerta a la necesidad de un Gobierno constitucionalista sin ambiguedades que defiende la soberanía de España, más teniendo en cuenta que Compromís pide ahora una Hacienda propia y las Mareas gallegas su derecho a decidir. El España se rompe de Aznar es ahora más posible que nunca. Veremos.

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