Condenado a cinco años y tres meses por agredir a dos policías en sanfermines

  • La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona ha condenado a cinco años y tres meses de prisión, como autor de dos delitos de atentado y lesiones, a un procesado por haber agredido a dos policías municipales de Pamplona durante los pasados sanfermines.

Pamplona, 4 oct.- La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona ha condenado a cinco años y tres meses de prisión, como autor de dos delitos de atentado y lesiones, a un procesado por haber agredido a dos policías municipales de Pamplona durante los pasados sanfermines.

La sentencia, que puede ser recurrida, relata cómo hacia las 10:15 horas del pasado 7 de julio la Policía Municipal montó un dispositivo en las inmediaciones del bar Iruñazarra, en la calle Mercaderes, al paso de la Procesión de San Fermín.

Entonces, se señala en la sentencia, un grupo de personas, entre las que se encontraba el procesado, E.J.E.G., comenzaron a corear vivas a ETA y a insultar y escupir a los agentes.

Cuando los policías ampliaban la vía ante la llegada de la comitiva municipal, el acusado lanzó un puñetazo en la cara a un agente, que resultó lesionado y fue conducido por sus compañeros al Ayuntamiento de Pamplona, mientras por radio se informaba a los policías de la descripción del agresor.

El acusado fue localizado en la misma calle Mercaderes por los agentes y, al ir a identificarle, se produjo un forcejeo en el que el procesado agarró a un policía y, junto a varias personas, lo metió en un bar, acción que produjo al agente lesiones en el brazo derecho, en el que le han quedado secuelas.

Una vez dentro del bar, varias personas tiraron al agente al suelo y se le echaron encima de forma violenta, momento en el que el acusado escapó bajando por unas escaleras a la zona del comedor.

Dos agentes entraron en el bar para ayudar a su compañero, que ya había bajado al comedor en persecución del agresor y que, al llegar a una puerta con el rótulo "privado", se encontró con que una camarera, A.A.R., le impedía el acceso, hasta que una agente la apartó.

Los agentes rompieron entonces la puerta y comprobaron que en el interior había una oficina y una bodega desde la que se podía acceder a la zona trasera de la barra de la planta superior, por donde al parecer el acusado había salido al exterior.

En la sentencia se condena al acusado a dos años y tres meses de prisión como autor de un delito de atentado, y a tres años de cárcel por un delito de lesiones, con la agravante de reincidencia.

También se le condena a indemnizar con 40.957 euros al policía que ha sufrido secuelas por la agresión dentro del bar y con 300 euros al agente al que dio un puñetazo.

Se condena además a la camarera del bar a la pena de seis meses de prisión por un delito de desobediencia a la autoridad, aunque se absuelve a la encargada del establecimiento, hermana de la anterior, del delito de desobediencia que se le imputaba.

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