Condenados a 18 años dos etarras por enviar paquete-bomba a delegada Antena 3

  • La Audiencia Nacional ha condenado hoy a 18 años de prisión a los etarras Asier Arzalluz e Idoia Mendizabal por el intento de asesinato de la delegada de Antena 3 en el País Vasco María Luisa Guerrero en enero de 2002.

Madrid, 24 nov.- La Audiencia Nacional ha condenado hoy a 18 años de prisión a los etarras Asier Arzalluz e Idoia Mendizabal por el intento de asesinato de la delegada de Antena 3 en el País Vasco María Luisa Guerrero en enero de 2002.

Según la sentencia de la sección tercera de la sala de lo penal de este tribunal, los acusados son culpables de un delito de intento de asesinato terrorista y por ello les prohíbe aproximarse a menos de cincuenta kilómetros de la periodista y les obliga a pagarle una indemnización de 100.000 euros, otra de 50.000 a su hermana e idéntica cantidad a los herederos de su madre.

La sala, compuesta por el presidente Alfonso Guevara y los magistrados Guillermo Ruiz Polanco y Ángeles Barreiro, considera probado que en enero de 2002 los dos, "junto con otra persona más, pendiente de enjuiciamiento", formaban el comando "K-Olaia" y residían en una vivienda en la localidad vizcaína de Amorebieta.

Por estos hechos también está procesado el exdirigente de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki", encarcelado en Francia y que será juzgado cuando las autoridades galas accedan a su extradición por esta causa, por la que solicitará para él la misma pena que hizo con los dos condenados hoy: 19 años, once meses y 29 días de cárcel.

Así, siguiendo las directrices de la banda, continúa el tribunal, "decidieron acabar con la vida de María Luisa Guerrero" mediante un paquete bomba, que enviaron a su domicilio sobre las 17:30 horas del 17 de enero de 2002.

Pero se avisó a la Ertzaintza ante las sospechas "que despertaba el paquete", que estaba envuelto en papel estraza marrón y contenía 230 gramos de dinamita-goma, además de un iniciador con detonador eléctrico y que fue finalmente desactivado.

No obstante, los magistrados precisan que tanto la madre como la hermana y la sobrina -de tres años de edad- de Guerrero, que se encontraban en ese momento en el domicilio y que recogieron el envío, "llegaron a tener contacto físico con el mismo".

"A consecuencia de ello", la madre padeció trastornos depresivos hasta su muerte en 2008 y su hermana sufrió de "angustia, ansiedad e irritabilidad" que han necesitado tratamiento con secuelas que aún hoy perduran.

El tribunal basa su decisión en los testimonios de trabajadores de la empresa de envío que confirmaron la entrega del paquete que, además, "se realizó en nombre de ETA a través de la evidencia directa que supone el reconocimiento de la acción" en un comunicado publicado en el diario Gara el 4 de abril de ese año.

También alude a las declaraciones del excoordinador del "comando Vizcaya" Gorka Martínez Arkarazo, que tras su detención en septiembre de 2003 reveló los nombres de los componentes del "K-Olaia".

Martínez Arkarazo tenía alquilado un piso en Amorebieta (Vizcaya) que los acusados utilizaban para ocultarse y preparar sus acciones y una lonja en Galdakao en la que guardaban armas y manipulaban vehículos en los que se encontraron restos biológicos de Mendizabal, señala el tribunal

"La intención de matar sin posibilidad alguna de defensa, con miras a asegurar el atentado contra la vida, se ha puesto de manifiesto", subraya.

Ambos etarras "realizaron todos los actos necesarios para acercar el paquete explosivo hasta el ámbito más íntimo de la víctima" que podría haber incluso afectado al "ámbito familiar", pero no lo pudieron concluir "en forma perfecta de ejecución por circunstancias ajenas a sus voluntades", concluye.

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