Condenados a casi seis años de cárcel por asaltar un piso y atar a su dueña

Barcelona, 27 feb.- La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de hasta 5 años y nueve meses de cárcel a tres ladrones acusados de entrar en un piso de Barcelona, donde maniataron a la dueña, la amenazaron con un cuchillo y le taparon la boca mientras esperaban que llegara su marido para que abriera la caja fuerte.

En la sentencia, la sección sexta de la Audiencia condena a los tres acusados, con numerosos antecedentes penales, por los delitos de robo con violencia, con la agravante de disfraz y reincidencia, y les obliga a indemnizar a la mujer y a su marido y a devolverles casi 16.000 euros, cifra en la que se calcula el valor de los objetos que les robaron.

Los hechos considerados probados por el tribunal ocurrieron el 22 de noviembre de 2011, cuando los tres condenados, Manuel Ávila -cinco años y medio de prisión-, Manuel Estévez -cinco años y medio- y Sergio Fernández -cinco años y nueve meses-, se apostaron en el rellano de la vivienda, situada en la calle Condes de Bell-Lloc de Barcelona, esperando a que llegara la dueña del piso de la quinta planta.

Cuando la mujer llegó, la asaltaron por la espalda, le colocaron un cuchillo en el cuello y la obligaron a entrar en la casa, donde la maniataron, le pusieron cinta aislante en la boca y la encerraron durante una hora y media en una habitación, donde estuvo arrodillada esperando a que llegara su marido, para que éste les abriera la caja fuerte.

A la llegada del marido, los asaltantes le golpearon, le ataron y le amenazaron con que le cortarían un dedo si no abría la caja fuerte, aunque el hombre aseguró que no recordaba la clave, por lo que llamó a su sobrina para que se la recordase.

Después de que el hombre llamara a la sobrina, los tres ladrones sospecharon que la chica a lo mejor habría llamado a la policía, por lo que se dieron a la fuga, tras llevarse joyas valoradas en 13.303 euros y 2.800 euros en efectivo.

La policía pudo dar con los asaltantes gracias a las imágenes de una cámara de seguridad del rellano, que captó sus rostros antes de que se los taparan con pasamontañas cuando llegó la mujer.