Confederación Sindical Internacional preocupada por "impunidad" en Guatemala

Guatemala, 21 jul.- El secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadores de las Américas (CSTA), el paraguayo Víctor Baez, expresó hoy en la capital guatemalteca la "preocupación" del organismo internacional por el clima de "impunidad y violencia" en Guatemala.

"Hay preocupación internacional por la situación de impunidad en Guatemala, lo que está propiciando el aislamiento del pueblo guatemalteco con el mundo", declaró Baez, en el marco de una conferencia sobre los riesgos que afronta el sindicalismo en el país.

Según el directivo sindical, un total de 53 dirigentes obreros han sido asesinados en Guatemala desde 2007, lo que calificó como "un escándalo a nivel internacional".

La cifras de crímenes contra sindicalistas en Guatemala únicamente son superadas por Colombia, en donde solo en el 2010 fueron asesinados 70 dirigentes, aseguró Baez.

Las declaraciones del secretario general de la CSTA se produjeron en una conferencia internacional sobre violencia contra sindicalistas en Guatemala, celebrada este jueves en la capital del país.

La CSTA, que afilia a 65 organizaciones de 29 países y representa a más de 50 millones de trabajadores, demandó a las autoridades guatemaltecas acciones concretas para detener la violencia contra los dirigentes gremiales en este país.

Baez aseguró que la mayoría de abusos contra los trabajadores y sindicalistas están impunes, pese a los ofrecimientos que han hecho las autoridades de hallar a los culpables de los mismos.

El ministro guatemalteco de Gobernación (Interior), Carlos Menocal, quien también participó en la conferencia, dijo que los hechos violentos en contra de los dirigentes sindicales se tienen que investigar.

El alto funcionario vinculó la violencia que sufre Guatemala con el accionar de los grupos de narcotraficantes, que utilizan el país para trasegar drogas hacia Estados Unidos.

Según cifras oficiales guatemaltecas, en 2010 se produjeron en el país unas 41,5 muertes por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media mundial de ocho homicidios por cada 100.000 habitantes.