Manila, 21 oct.- La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas denunció hoy en un estudio la lentitud del sistema judicial del país que tiene al 65 por ciento de las personas encarceladas mientras son procesadas a la espera de una sentencia.
Cerca de 75.000 reclusos bajo la responsabilidad de la Oficina Correccional del país permanecen hacinados en cárceles sin que hayan recibido una sentencia.
La organización criticó además las "extremadamente deficientes" infraestructuras de las prisiones, lo cual lleva a los reclusos a vivir en "condiciones infrahumanas", según el diario local Inquirer.
"Están detenidos porque los supuestos delitos que han cometido no les permiten pagar una fianza o porque no pueden pagar una fianza", señaló en el documento el secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para el Cuidado Pastoral en Prisiones de la CBCP, Rodolfo Diamante.
"Esto además se ve agravado por un presupuesto insuficiente para las necesidades básicas de los presos", añadió Diamante.
El organismo religioso acusó también al sistema de prisiones de abuso de autoridad para con los internos, que son maltratados, acosados sexualmente y extorsionados, y pidió más protección para los jóvenes, mujeres y la tercera edad.
Filipinas es uno de los países del mundo con mayor hacinamiento en sus penitenciarias, con una proporción de un 316 por ciento según los últimos datos del Centro Internacional para Estudios de Prisiones.
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