Conmemoran en Guatemala aniversario de matanza de campesinos por soldados

  • Cientos de campesinos, activistas sociales y autoridades indígenas de Guatemala conmemoraron hoy el primer aniversario de la matanza de seis labriegos a manos de un grupo de soldados durante una manifestación en octubre de 2012, y exigieron Justicia por este hecho.

Guatemala, 4 oct.- Cientos de campesinos, activistas sociales y autoridades indígenas de Guatemala conmemoraron hoy el primer aniversario de la matanza de seis labriegos a manos de un grupo de soldados durante una manifestación en octubre de 2012, y exigieron Justicia por este hecho.

Desde las primeras horas de este viernes, encabezados por las autoridades de los 48 cantones de Totonicapán, departamento del que eran originarias las víctimas, cientos de personas participaron en una ceremonia espiritual maya en la denominada Cumbre de Alaska, donde se produjo la matanza.

José Santos Sapón, presidente los 48 cantones de Totonicapán, una autoridad indígena ancestral, dijo a los periodistas que colocaron una plaqueta conmemorativa en el lugar donde murieron los seis campesinos "para que no se olvide que este Gobierno masacró a nuestros hermanos".

El 4 de octubre de 2012, pobladores del departamento de Totonicapán que se manifestaban en Cumbre de Alaska en protestas por el alza a la energía eléctrica y contra la reforma constitucional que impulsaba el Gobierno, fueron reprimidos por miembros del Ejército para obligarlos a desalojar la carretera.

Como consecuencia de ello, seis campesinos murieron y otros 34 resultaron heridos de gravedad.

Días después de los hechos, se detuvo a ocho soldados y al coronel Juan Chiroy como supuestos responsables de haber disparado contra los manifestantes.

La Fiscalía acusó a los militares del delito de ejecución extrajudicial, pero la Sala Segunda de Apelaciones les modificó el delito y ordenó procesarlos por incumplimiento de deberes, homicidio en estado de emoción violenta y homicidio en estado de emoción violenta en grado de tentativa.

Según Sapón, "la burocracia del sistema de Justicia" del país ha impedido que el proceso judicial que se sigue en contra de los militares avance, por lo que "el caso sigue en la impunidad".

Los participantes en la conmemoración portaban pancartas en las que condenaban la "primera masacre militar en tiempos de paz", y exigían al Estado "no criminalizar las protestas sociales".

Por su parte, el presidente Otto Pérez Molina, por medio de una declaración oficial, dijo que "al cumplirse un año de ese lamentable hecho, podemos decir que esas muertes no fueron en vano", debido a que a partir de esa matanza "se han mejorado los procedimientos de intervención de la fuerza pública".

Además, agregó, se ha "fortalecido el diálogo para la resolución de los conflictos, y se trabaja en la arquitectura institucional necesaria para la construcción de un Estado plural, unido en la diversidad, dentro de la cual estamos implementando el Gabinete de Pueblos Indígenas e Interculturalidad".

Pérez Molina también recordó que en septiembre pasado ordenó otorgar asistencia humanitaria a todas las personas afectadas en los disturbios, especialmente a las familias de los muertos y heridos.

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