Conmoción en Nicaragua por asesinato de viuda de un narco por 13.500 dólares

  • El doble asesinato cometido por una abogada y su pareja, en el que usaron cuchillos, un bate de béisbol y disparos para matar a una mujer, viuda de un narcotraficante, y a uno de sus hijos para robarle 13.500 dólares, estremece hoy a Nicaragua, un país en el que no son comunes este tipo de crímenes.

Wilder Pérez Roque

Managua, 18 ago.- El doble asesinato cometido por una abogada y su pareja, en el que usaron cuchillos, un bate de béisbol y disparos para matar a una mujer, viuda de un narcotraficante, y a uno de sus hijos para robarle 13.500 dólares, estremece hoy a Nicaragua, un país en el que no son comunes este tipo de crímenes.

El asesinato de Yolanda Jiménez, de 51 años, y su hijo Arles Ortega, de 24, perpetrado el pasado miércoles, se mantiene hoy como una de las principales noticias en los medios nicaragüenses, mientras en las redes sociales los ciudadanos han manifestado su rechazo al crimen, en un país que ha afirmado ser "el más seguro de Centroamérica".

El doble crimen, que casi se convierte en triple si el otro hijo de la mujer asesinada, un adolescente, no simula estar muerto, tuvo como primer escenario el propio despacho de la abogada, en un barrio tradicional de Managua, adonde la víctima, con sus dos hijos, llegó a reclamar una escritura de una propiedad.

El caso, resuelto en menos de 24 horas por las autoridades, ha conmovido a los nicaragüenses y ha generado el rechazo de la misma Policía Nacional, la cual, en su discurso oficial, asegura que Nicaragua es "el país más seguro de Centroamérica".

Según la versión policial, la abogada Verónica Cruz, de 30 años, en complicidad con su pareja, Maynor Ponce Urbina, de 25 años, son autores confesos del doble crimen.

El pasado miércoles, la mujer y sus hijos llegaron al despacho de la abogada a retirar una escritura de una propiedad que tenían hipotecada luego de haber saldado, hace un mes, una deuda por 13.500 dólares con Danilo Carvajal, quien se encuentra en prisión por robo de vehículo.

La escritura estaba en manos de Verónica Cruz, a quien Carvajal le otorgó el poder para tramitar el pago.

Allí, en vez de recibir la escritura, la abogada con su pareja los golpearon con un bate de aluminio, los atacaron con cuchillos, los amarraron, los envolvieron en bolsas plásticas negras y los metieron en la parte trasera y dentro de la cajuela de un vehículo sedan.

Luego iniciaron un viaje nocturno hasta una comarca rural llamada El Pochote, en el municipio de Niquinohomo, provincia de Masaya, ubicado a 31 kilómetros al sureste de Managua, donde les dispararon en la cabeza.

Uno de los disparos no impactó en la cabeza a Samuel Barraza, de 16 años, sino en su garganta y el joven simuló estar muerto. A los tres los dejaron en el automóvil, abandonados.

Tras conocerse el hecho, en las redes sociales los nicaragüenses expresaron su rechazo y repudio: "Matar a dos personas, casi tres, por 13 mil dólares, Diooooos qué es eso? no me cabe en mi cabeza, que mal andamos", afirmó Jenny Muñoz en un mensaje.

La mujer asesinada era viuda de Wilfredo Barraza, un hombre que había sido procesado por tener vínculos con el narcotráfico y que fue asesinado en octubre de 2010 por presuntos miembros de un cartel hondureño, de acuerdo con los expedientes policiales.

Ese año Yolanda Jiménez había advertido a los periodistas su temor de morir en las mismas circunstancias de su marido: en su propio carro, en una zona rural, junto a otras dos personas.

"De acuerdo a los antecedentes y las pruebas que tenemos hasta el momento, porque las investigaciones no se cierran, es el robo de los 13.500 dólares que la abogada no entrega a quien hizo el préstamo, sino que se queda con ese dinero", la causa de los asesinatos, explicó la jefa de la Policía nicaragüense, Aminta Granera.

Yolanda Jiménez y Wilfredo Barraza fueron condenados en 2007 a diez años de prisión por narcotráfico y tres años después fueron indultados a petición del exdiputado Salvador Talavera, dirigente de la antigua "Contra" antisandinista.

Meses después Barraza fue secuestrado en un estación de gasolina de Managua y apareció después colgado de un árbol al lado de su auto en el municipio de Cárdenas, provincia sureña de Rivas.

Según la Policía, Verónica Cruz y Maynor Ponce planificaron el doble asesinato para hacer creer que era otra pasada de cuenta del narcotráfico.

Mostrar comentarios