10 consejos para ganar un debate electoral

  • Conocer al adversario, dar buenos 'tuits' y vigilar el lenguaje corporal. Nada (o casi nada) se debe dejar al azar. 

Sánchez y Rajoy se saludan antes del debate electoral de diciembre.
Sánchez y Rajoy se saludan antes del debate electoral de diciembre.

¿Cómo se debe afrontar un debate electoral? Los equipos de campaña de cada candidato llevan semanas preparando cada detalle.

Poco se deja al azar. Desde los mensajes, a los gestos, cualquier mínimo error puede acabar beneficiando al adversario.

Estos son los consejos que los expertos de Mas Consulting dan a nuestros políticos para preparar la cita de este lunes... y ganar:

1. Estudia y ensaya. La primera fase del debate es el predebate, en el que se negocian los formatos, los temas y las condiciones para lo que representantes del partido se reúnen con los organizadores. El candidato ha de conocer al detalle cómo se desarrollará el debate, los tiempos, los turnos, la escenografía, los temas a tratar, etc. Cuanto más cómodo se sienta el candidato con el entorno y su discurso, mejor (y con más seguridad) transmitirá su mensaje.

2. Conoce a tu adversario. El equipo de campaña debe trabajar con el candidato para conocer los puntos fuertes y débiles de sus adversarios, su estilo como orador, sus trucos, sus mensajes, etc. Ver vídeos e intervenciones de archivo de los oponentes es la mejor técnica para preparar el debate. Las grandes batallas se ganan antes de llegar al terreno de juego.

3. Define tu estrategia. El siguiente paso es definir una estrategia, la que el candidato llevará a cabo delante de las cámaras. Cualquier improvisación estará perfectamente estudiada por eso el candidato necesita conocer un esquema de qué, cómo y cuándo decirlo.

4. Condensa tu mensaje. Por lo general, los políticos suelen tener problemas a la hora de acotarse a los tiempos limitados de la televisión. Pero menos es más. Siempre debe primar la calidad frente a la cantidad de información. Hay que trabajar para que los mensajes se comuniquen en el tiempo negociado para cada intervención.

5. No aburrir. El candidato no puede hablar del mismo modo ante las cámaras en un debate que en un parlamento. El uso de términos técnicos y jurídicos habitualmente empleados en la política aburre a los ciudadanos que no dudarán en cambiar de canal. El éxito de la televisión se basa en conectar con la gente a través de las emociones. Los mejores oradores de la política a lo largo de la historia eran muy conscientes de este punto. Ronald Reagan, Bill Clinton o John F. Kennedy conocían muy bien el poder de las emociones para llegar al público.

6. Da buenos titulares (y tuits). Aunque siempre se espera una gran audiencia la gran mayoría de los ciudadanos no verán el debate íntegro y se harán una idea de qué pasó o quién lo ha hecho mejor y peor a través de los medios o las redes sociales. Dar buenos titulares, complementados con ejemplos y anécdotas, es una de las mejores tácticas para lograr impacto.

7. Prepara tu apertura y tu cierre. El inicio y final de los debates concentran a la mayor cuota de audiencia por esto el candidato debe prepararlos con esmero. En el comienzo se marcará el tono a seguir en el resto del encuentro, cómo quiere arrancar y cuál va a ser el último mensaje que se quiere transmitir en el cierre será esencial para que los votantes confíen en él.

8. Vístete para que nadie hable de tu atuendo. Anoche se celebró, todavía fuera de campaña, el primer debate entre cuatro mujeres representantes de los partidos principales y hoy muchos medios analizan, entre otros temas, el vestuario de las participantes.

Sin embargo, no es una cuestión que gane o pierda debates. El público se quedará con una impresión general sobre el candidato: si transmite confianza, firmeza, enfado, humor, empatía, tibieza, confianza, etc. Y esa impresión es el cúmulo de muchos elementos entre los que la apariencia externa es uno más. La clave es que el atuendo y los complementos pasen lo más desapercibidos posible y que no empañen lo esencial: el mensaje.

9. Vigila tu lenguaje corporal. Es tan importante lo que se dice, como el cómo se dice. Todo comunica (gestos, miradas, tono de voz) así que es importante que el lenguaje corporal acompañe y refuerce nuestro mensaje. La naturalidad y corregir los tics más molestos son los pilares básicos de una buena comunicación no verbal. No hay que olvidar que las cámaras siempre desmontan lo artificial y agradecen la sinceridad.

10. Coordina a tu equipo para el postdebate. El trabajo no termina cuando se apagan los focos y las cámaras. Hoy en día, las redes sociales ofrecen una conversación constante y el debate del lunes traerá varios días de análisis, opiniones y noticias. Un mensaje coordinado por todo el equipo de campaña es clave para completar la tarea iniciada en el debate.

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