Convergència debatirá cambiar de siglas para marcar distancia con la era Pujol

Convergència, el partido de Jordi Pujol y de Artur Mas, tendrá en 2016 un año intenso. El partido afronta su renovación total. O, más bien, su refundación. El objetivo es dejar atrás una etapa en la que las formación ha sufrido especialmente por los casos de corrupción que han afectado a algunos de sus dirigentes.De coaligarse con Unió Democrática de Catalunya a convertirse en un partido totalmente nuevo. Este es el objetivo de Convergència durante la primera mitad del presente año. La formación nacionalista inicia este fin de semana un proceso que pilotará Artur Mas después de su decisión de dejar paso a Carles Puigdemont al frente de la Generalitat. La refundación culminará los días 3, 4 y 5 de junio, en el congreso del partido.¿Qué se debatirá hasta entonces? Todo está en discusión. Desde la forma de organización hasta el nombre del partido. Hay dirigentes y cuadros medios que proponen acabar con el nombre de Convergència Democrática de Catalunya (CDC) y fundar unas nuevas siglas.Estos responsables quieren salir del congreso de junio con un partido totalmente renovado. Buscan desvincularlo a épocas pasadas, a la etapa del 3%, de los Pujol, de la corrupción… Y alejarlo de la vieja política.Convergència será a partir de este verano un partido más asambleario. Eso no significa que las decisiones se tomen al estilo de la CUP. Pero sí habrá procesos participativos donde las bases tendrán una mayor participación. Se acabará, en definitiva, con la organización vertical que impera hasta ahora en la formación. Las decisiones ya no se tomarán exclusivamente de arriba hacia abajo.

También se prepara una renovación generacional, con el adiós de históricos pesos pesados del partido y el ascenso de jóvenes valores que impulsen una nueva etapa. El objetivo, con ello, es que el partido deje de ser percibido como viejo y se adapte a los tiempos actuales.