Correa domina Legislatura y podrá cambiar Constitución, según datos iniciales

César Muñoz Acebes

Quito, 19 feb.- La victoria holgada de Rafael Correa en los comicios presidenciales del domingo también se ha trasladado a la Legislatura, donde según los datos preliminares disponibles hoy contará con más de dos tercios de los escaños, con lo que podrá aprobar enmiendas a la Constitución.

Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) aun no ha divulgado resultados oficiales, Correa aseveró hoy que su Movimiento Alianza País ha logrado más de dos terceras partes de la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral de Ecuador.

Un conteo rápido de votos realizado por la organización no gubernamental Participación Ciudadana otorgó a esa fuerza por lo menos 91 escaños, de un total de 137 en el hemiciclo.

No incluyó en su cálculo los seis lugares en representación de los emigrantes, que el secretario ejecutivo de Alianza País, Galo Mora, dijo hoy que su fuerza política también ganó.

Además, el Partido Avanza, aliado del movimiento del Presidente, ha obtenido cinco escaños, según los datos preliminares de Participación Ciudadana.

Por tanto, la matemática preliminar le da a Correa un margen muy amplio en la Legislatura para impulsar su plan de gobierno.

Ha adelantado que destrabará un proyecto de código penal que ha languidecido en la Asamblea actual y un proyecto de ley de comunicación para regular los "excesos" de la prensa.

Correa calificó hoy la victoria como "histórica" y dijo que seguirá luchando por "un país donde manden los ciudadanos, no poderes fácticos ilegítimos", en un discurso en la inauguración del aeropuerto de Quito.

El presidente aseveró que el pueblo ecuatoriano "ya no cree en las patrañas de una prensa corrupta, atrapada en sus propias mentiras, ya no cree en los embustes de una oposición ciega, retrógrada, deshonesta".

La mayoría absoluta en la Asamblea le permitirá conceder amnistías por delitos políticos e indultos por motivos humanitarios, así como aprobar enmiendas a la Constitución.

En septiembre, por ejemplo, calificó como un error la prohibición de los cultivos transgénicos incluida en la Carta Magna.

Aunque ha insistido en que pretende retirarse de la política cuando termine su mandato en 2017, Correa también podría revocar la disposición que permite solo una reelección a la Presidencia, según Xavier Buendía, Presidente del Centro de Observación Ciudadana, una organización no gubernamental.

El proceso de reforma constitucional tardaría más de un año, de acuerdo con las normas vigentes, explicó a Efe este abogado.

Según el cálculo de Participación Ciudadana, el Movimiento CREO, del exbanquero Guillermo Lasso, el segundo colocado en la elección presidencial, también se ha convertido en la segunda fuerza en la Asamblea, con 11 escaños, mientras que el Partido Social Cristiano, cercano a CREO, logró 7.

Desbancó en ese lugar a Sociedad Patriótica, encabezado por el expresidente Lucio Gutiérrez, que ganó solo 6 parlamentarios, según los datos preliminares, frente a los 19 de los comicios anteriores, en 2009.

César Monge, presidente de CREO, dijo a Efe que su Movimiento "ha aterrizado con potencia" en la política nacional y tiene ya la vista puesta en los comicios municipales de 2014.

"Tenemos una enorme responsabilidad de manejarnos en la misma línea en que planteamos la campaña, no caer en este lodo, en esta guerra sucia, en esto que es la política de siempre, y es donde nos quiso llevar el oficialismo", señaló.

La Asamblea se completa con seis representantes del izquierdista Movimiento Popular Democrático (MPD) y el partido indígena Pachakutik, exaliados de Correa, según los datos de Participación Ciudadana.

El Movimiento SUMA, del abogado Mauricio Rodas, y el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), que presentó a la liza presidencial al pastor evangélico Nelson Zavala, recibieron un escaño cada uno, de acuerdo con esos cálculos, que otorgan a independientes los tres últimos asientos en la Legislatura.

Para la asignación de la mayoría de los escaños se empleó por primera vez el método D'Hont, que da más peso a los partidos grandes, un cambio promovido el año pasado por Alianza País que le beneficia al haber sido la fuerza más votada.