¿Qué tienen en común los hermanos Koachi, Amedy Coulibaly, Haron Monis y Omar Addel Hamid El Hussein? Los cinco atentaron contra países occidentales recientemente y los cincos habían sido investigados por alguna de las agencias de inteligencia de su país por sus vínculos con la criminalidad común o sus lazos con el extremismo. Son los "lobos conocidos", el nuevo fenómeno que amenaza la seguridad de los países occidentales.
No son lobos solitarios son...lobos fichados. El centro de Estudios Soufan, especialista en terrorismo, ha detectado un nuevo perfil en los yihadistas que han atentado contra Europa en los últimos meses. No son lobos solitarios, un término ampliamente usado para referirse a los actos terroristas cometidos por individuales, sino "lobos fichados" por las agencias inteligencias antes de haber cometido un atentado.
"Estos individuos, que actúan solos o en pequeños grupos, han estado en el radar de varias agencias u organizaciones de inteligencia, demostrando la dificultad para gestionar con eficacia el nexo entre la criminalidad y el terrorismo".
El estudio subraya que los últimos atentados en países occidentales no fueron perpetrados por individuos solitarios, sino por personas con un historial delictivo conocido por las agencias de inteligencia que incluye relaciones extremistas o criminales o conexiones con esas redes.
Otra de las conclusiones es que, a pesar de la vigilancia sobre estos individuos, las autoridades han sido incapaces de evitarlos y ponen de relieve la falta de coordinación entre las agencias de inteligencia.
En este sentido, The New York Times publicó esta semana un artículo, Las brechas en el sistema de vigilancia francés son evidentes, que analiza esta hipótesis e informa de que las agencias de inteligencia francesas redujeron el seguimiento de Chérif Kouachi solo siete meses antes del fatal atentado en París.
El investigador británico Frank Foley, en declaraciones a www.lainformacion.com asegura que "la policía no les siguió la pista lo suficiente", pero insiste en que "hay miles de sospechosos que pueden llevar a cabo un atentado y vigilar a toda esta gente supone muchos recursos".
Los últimos atentados en Europa, ponen de relieve el reto de las agencias de inteligencia para garantizar la libertad y la seguridad. El atentado en Dinamarca de este fin de semana ha sido el último de los casos que alertan sobre la reciente relación entre criminalidad y delincuencia . Su autor, Omar Abdel Hamid ElHussein, era conocido en el ambiente de bandas de delincuentes y tenía un historial de violaciones de las leyes de armas. Las autoridades danesas han admitido que el joven estaba bajo el radar del servicio de inteligencia (PET). El joven, de 22 años, había salido de la cárcel hace un par de semanas tras cumplir parte de una condena de dos años por un ataque con cuchillo en un tren en otoño de 2013.
Chérif Kouachi, autor atentado contra el satírico Charlie Hebdod
Chérif Kouachi , uno de los autores de los atentados de París , era bien conocido por las autoridades debido a sus extensos vínculos terroristas locales y extremistas yemení. Había sido investigado y detenido en varias ocasiones por cargos de terrorismo. Por su parte, el hermano mayor, Said Kouachi, nunca había sido detenido pero era tan conocido por sus conexiones extremistas que su nombre aparecía en el listado de vigilancia de los vuelos con destino EEUU y Reino Unido.
Amedy Coulibaly, autor del atentado al supermercado judío
Amedy Coulibaly fue detenido hasta tres veces por robo a mano armada. Conoció a Chérif Kouachi en la cárcel, donde fue aparentemente radicalizado tras su contacto con extremistas conocidos. La prisión (junto con los medios de comunicación social) es a menudo donde los criminales toman medidas activas para convertirse en terroristas.
Haron Monis, secuestrador de Sidney
Haron Monis, el secuestrador de Sidney, tenía tanto un largo historial delictivo y un historial documentado de apoyo al extremismo. El primer ministro Abbott insistió en que Monis tenía "una larga historia de crímenes violentos, el enamoramiento con el extremismo y la inestabilidad mental", tres señales a tener en cuenta para evitar ataques yihadistas cometidos por criminales.
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