Crisis en Podemos Euskadi: dimite su número dos por desacuerdos con el programa

    • Iratxe Osinaga afirma que no puede defender ante la ciudadanía el texto que se prepara para las elecciones forales.
    • Varios afiliados en la región habían expresado ya sus discrepancias con el secretario general, Roberto Uriarte.
Miembros de la candidatura "Sí se Puede", con Osinaga en el centro
Miembros de la candidatura "Sí se Puede", con Osinaga en el centro

Las discrepancias que marcan la configuración territorial de Podemos han provocado una nueva baja, la de Iratxe Osinaga, la candidata que rivalizó con el actual secretario general, Roberto Uriarte, para la dirección de Podemos en Euskadi.

Osinaga- que quedó a apenas cien votos en aquellas votaciones- ha comunicado hoy su dimisión del Consejo Ciudadano de la comunidad y también que abandona la formación. El motivo es que "no se identifica" con el programa que el partido elabora en la actualidad para presentar en las elecciones forales, que tendrán lugar en mayo.

Esta marcha a la de Hannot Sansinenea, dirigente de Podemos en San Sebastián, que renunció hace dos semanas por razones "estrictamente personales" debido a la imposibilidad de compatibilizar su vida política con la laboral.

Osinaga no ha desvelado razones concretas de su marcha aunque sí ha asegurado que está relacionada con determinados aspectos concretos del texto que se redacta y que "no puede defender ante la ciudadanía", según ha explicado en rueda de prensa poco después de comunicarlo a la dirección. La abogada ha reconocido que "ha habido debates acalorados" en el seno de la formación. Entre las discrepancias se encuentran las diferencias entre el derecho de autodeterminación y el derecho a decidir.

La candidatura "Sí se Puede", con la que Osinaga concurrió a la secretaría general, logró incluir a siete de sus miembros en el Consejo Ciudadano de Podemos Euskadi.

La decisión podría tener un "efecto contagio" en otros miembros de Podemos en Euskadi, muy críticos con la línea seguida por Uriarte. En marzo, esas discrepancias se hicieron públicas mediante un comunicado en el que un grupo de afiliados criticaban la política seguida tratando de evitar que el nuevo partido "juegue un papel decisivo" en el cambio político en Bizkaia, Alava y Gipuzkoa

En la nota se explicaba que la estrategia del actual secretario general de Podemos Euskadi "trataba de evitar que Podemos concurriera a las Forales e hiciera política en Euskadi, al menos hasta las elecciones generales". "Que Podemos intervenga en Euskadi, nos dicen, es un problema para llegar a la Moncloa", se explicaba en el texto.

A juicio de los críticos con el líder de Podemos Euskadi "lo que hay detrás de este proceso, y de estas prácticas no éticas ni democráticas es el deseo de atajar las vías hacia las elecciones generales, a costa de toda la ciudadanía vasca".

Podemos concurrirá finalmente a las forales en Euskadi, con una candidatura liderada por Juan Luis Iturria, del sector de Roberto Uriarte- la candidatura Denok Bat-que venció en el proceso de primarias con 1.113 votos.Acercamiento de presos y "derecho de autodeterminación"

El proyecto defendido por Robert Uriarte en la candidatura Euskal Hiria, con la que logró la secretaría general, no escondía su controvertido posionamiento en cuestiones como la política antiterrorista.

"El final de la lucha armada de ETA ha significado el reconocimiento de que esa no es la vía para avanzar en la construcción de una sociedad vasca más justa, libre y democrática, dejando por contra una ciudadanía fracturada y menos cohesionada en valores esenciales", afirmaba en el documento, en el que se acusaba al Estado de haber respondido a la violencia con la vulneración de derechos humanos. "En ejercicio de su respuesta han cometido directa o indirectamente vulneraciones-asesinatos, torturas, detenciones, etc­.de derechos humanos en el ámbito policial y también judicial y penitenciario. Tales hechos no se ha debido a un estado de necesidad generador inevitable de esa respuesta, sino a una libre decisión dirigida a buscar eficacia política".

Bajo el epígrafe "Sistema penal y construcción de la paz en Euskadi tras el fin del terrorismo: la postura de Podemos desde la defensa radical de los derechos humanos", se insistía también en que "la decisión de ETA a favor de la violencia tiene ciertamente como causa la motivación política" que, matizaban, no resulta justificable.

Así, se denunciaba, por ejemplo, que en el marco excepcional de la violencia terrorista en el País Vasco, hayan tenido cabida algunas medidas enmarcadas "en la llamada guerra contra el terrorismo". Esto es, "el uso excesivo de la prisión provisional, las limitaciones en el acceso a permisos, clasificación penitenciaria en tercer grado y libertad condicional, la aplicación retroactiva de interpretaciones de la ley restrictivas de derechos, la misma calificación como terroristas de opiniones vertidas en medios de comunicación, las medidas dirigidas contra el "entorno social del terrorismo" que han pretendido criminalizar formas pacíficas de disidencia".

"A esa misma lógica responde la relativización o supresión de garantías, cuyo máximos exponentes acaso hayan sido los cierres de los diarios Egin y Egunkaria así como el régimen de incomunicación, la práctica de la tortura y la falta de investigación efectiva de sus denuncias", se podía leer en el texto.

En este punto, incidían en que Podemos se colocará "junto a quienes reivindican la lógica civil" y desgranan algunas de las bases de su política en materia terrorista: acercamiento de presos, necesario, consideran para "minimizar el efecto negativo" de la privación de libertad de los etarras sobre sus posibilidades de socialización y sus familiares y amigos "que no son justificables de ningún modo", afirman. "Si la dispersión, como parece, no ha contribuido significativamente a erosionar la disciplina del grupo, llegando incluso a reforzarla, el acercamiento a Euskadi, y su concentración en determinados lugares, puede favorecer un debate y una interlocución que facilite el proceso de paz y normalización tanto dentro como fuera de las prisiones".

En segundo lugar, proponen que la Auciencia Nacional deje de ser competente para investigar y juzgar los casos de terrorismo, como ha venido siéndolo desde las últimas décadas, de forma que la vigilancia penitenciaria, enjuiciamiento e instrucción de los delitos de terrorismo sea devuelta a la judicatura vasca. "Su centralización en la Audiencia Nacional representó en su día una expresión de la excepcionalidad, cuya reversión resulta hoy tan oportuna como factible", consideran.

En tercer lugar, abordan también la excarcelación, no sin polémica, defendiendo que "con las cautelas necesarias" habrá de facilitarse en caso de terroristas con enfermedades graves e incurables, "sin exigir para ello, porque no lo exige la ley, que el desenlace de esa enfermedad sea más o menos inminente".

Igualmente, inciden en que la clasificación penitenciaria de cada uno de los presos se determine de forma individualizada de acuerdo "a sus posibilidades de llevar una vida en libertad sin delinquir, de manera que puedan acceder a un régimen de vida que resulte más indicado, en cada caso, para favorecer sus itinerarios de inserción social, laboral y familiar".

El rediseño de la política contra el terrorismo que plantean desde Euskal Hiria no era el único punto "sensible" del documento. Si bien insisten en que la "cuestión nacional" no es prioritaria para Podemos, "como puede serlo en la de un partido nacionalista", recuerdan también que, en línea con la postura oficial, el partido defiende "el derecho de autodeterminación", que habrá de ser validado en referéndum "con amplios consensos".


Así, destacan que si bien la Comunidad Autónoma vasca "posee importantes competencias y tiene un sistema específico y relativamente eficiente de financiación en relación a otras autonomías", "el actual status político no es percibido como suficiente por importantes capas de la población. También es motivo de insatisfacción para muchas personas la inexistencia de vínculo alguno con Navarra".


La propuesta de Euskal Hiria pasa por la apertura de un proceso de reforma constitucional, que reconozca ese derecho y "la transformación del Estado español en una República federal, dentro de la cual se podría conformar un Estado vasco con amplios con amplios poderes y también amplios lazos de solidaridad con los otros Estados federados".


En esta propuesta, se incluiría también a la Comunidad Foral de Navarra, a la que consideran "histórica y culturalmente el corazón de Euskal Herria". Las relaciones que se establezcan entre ambas comunidades, matizan, habrán de ser no obstante decididas por los navarros.

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