Cruz Roja dice que Damasco estudia permisos para visitar centros de detención

  • La Cruz Roja ha obtenido "compromisos" de parte de las autoridades sirias de que dejarán de obstaculizar la entrada y distribución de ayuda humanitaria, y de que "estudiarán" la posibilidad de permitir las visitas a los centros de detención, según anunció hoy el presidente de la institución, Peter Maurer.

Ginebra, 7 sep.- La Cruz Roja ha obtenido "compromisos" de parte de las autoridades sirias de que dejarán de obstaculizar la entrada y distribución de ayuda humanitaria, y de que "estudiarán" la posibilidad de permitir las visitas a los centros de detención, según anunció hoy el presidente de la institución, Peter Maurer.

"Sabemos que las peores violaciones (de los derechos humanos) tienen lugar en los centros de detención donde están los detenidos antes de ser trasladados a las prisiones. Por esos hemos pedido que se permitan estas visitas", señaló Maurer en rueda de prensa en Ginebra.

El nuevo presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que asumió el cargo el 1 de julio pasado, realizó esta semana una visita de tres días a Damasco y se entrevistó con el presidente de Siria, Bachar al Asad, y con varios de sus ministros.

Maurer recordó que las visitas a las prisiones sirias están acordadas con las autoridades "desde hace meses", y funcionan regularmente. "Yo lo doy por sentado", afirmó.

Lo que ahora pretende la institución es poder entrar a las decenas o centenas de centros de detención donde se producen "las peores violaciones de los derechos humanos", reiteró Maurer.

Ante esta petición, Al Asad dijo que "estudiaría la cuestión", aunque Maurer especificó que esperan una respuesta en los próximos "días o semanas".

El máximo responsable de la Cruz Roja definió el encuentro con el presidente sirio como "un intercambio positivo", dijo que salió "satisfecho" y se congratuló de no haber encontrado a un líder que niega la realidad.

"He encontrado a un presidente Al Asad que es consciente de que existe un situación muy difícil y que se complica día a día y que hay necesidades humanitarias crecientes", aseveró Maurer, quien explicó que esta "conciencia" es lo que le hace pensar que el presidente sirio será más propenso a colaborar con el CICR.

Precisamente, Al Asad se "comprometió" a hacer lo necesario para mejorar la entrada al país y la distribución de la ayuda humanitaria, especialmente medicinas.

"Todavía hay muchos problemas burocráticos para importar medicamentos y no es aceptable que los civiles no tengan medicinas y éstas estén a la espera en un almacén en la frontera".

Al tiempo, Maurer no ocultó su escepticismo ante las respuestas del régimen y estimó que, para convencer de su buena voluntad, las autoridades deberían convertir en realidad los compromisos.

"Lo que ahora tenemos son compromisos y mecanismos para implementarlos, pero lo que queda por ver es si estos producirán resultados".

Maurer explicó que se entrevistó con algunos responsables de varios grupos de la oposición a los que expuso la petición de acceder a los centros de detención controlados por ellos, así como la necesidad de que respeten la Ley Humanitaria Internacional en sus acciones militares, especialmente la protección de los civiles.

"El problema es que cada vez que hablamos con un líder opositor no sabemos si estamos hablando con la persona adecuada, si es el interlocutor correcto", señaló Maurer recordando la multiplicidad y fragmentación de los grupos de oposición.

Maurer eludió cuantificar el número de sirios que necesitan ayuda humanitaria y se limitó a decir que desde que comenzó el conflicto, en marzo del 2011, la Cruz Roja y la Media Luna Roja ha atendido a 800.000 personas.

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