Culto a un asesino en Facebook

  • El británico Raoul Moat mató -presuntamente- a la nueva pareja de su ex novia y se dio a la fuga. Su supuesto desequilibrio mental, la persecución policial con agentes persiguiéndole desde tierra y aire y su intento por sobrevivir en medio de la nada lo han llegado a convertir en un héroe para algunos, con su propio grupo de fans en la red social de Facebook incluido.
El criminal más buscado de Reino Unido fallece tras un asedio policial
El criminal más buscado de Reino Unido fallece tras un asedio policial
Barry Neild | GlobalPost

(Londres, Reino Unido). Hallmark no hace postales para llorar a asesinos que se matan cuando huyen de la policía, pero tras la inesperada oleada de simpatía generada por un hombre que se convirtió brevemente en el criminal más buscado de Gran Bretaña, quizás se lo tenga que replantear.


Raoul Moat, un antiguo portero de discoteca que disparó a su ex novia Samantha Stobbart y mató a la nueva pareja de ésta, se ha convertido en un héroe popular estos días, al tiempo que grupos en Facebook en su honor son foros llenos de rabia, no por sus actos criminales, sino por lo que muchas personas entienden como una persecución por parte de la policía, de los medios y de la sociedad.

Y mientras se discute sobre si es correcto o no sentir compasión por un asesino, Moat se ha convertido sin darse cuenta en una causa a favor de la libertad de expresión, tras comentar el primer ministro británico David Cameron su preocupación sobre el asunto y respaldar el llamamiento de algunas voces a que Facebook elimine las páginas en honor del asesino.

"Hasta donde yo sé, está absolutamente claro que Raoul Moat fue un asesino cruel. Punto. Fin de la historia. Y no puedo entender ninguna oleada, por muy pequeña que sea, de simpatía pública hacia este hombre", dijo Cameron ante los legisladores en su sesión semanal en el parlamento.

Hace dos semanas prácticamente nadie ajeno a una pequeña comunidad en el noreste de Inglaterra había oído hablar de Moat, recién excarcelado tras cumplir una condena de 18 semanas por agresiones. Al cabo de unos días de su liberación, cada detalle de su vida ya era de dominio público.

La oleada criminal de Moat fue corta, pero asombrosa. El 3 de julio, dos días después de su excarcelación, el hombre, de 37 años, se enfrentó a su ex novia y disparó a su nueva pareja, Chris Brown, causándole la muerte. Posteriormente, Moat disparó dos tiros a Samantha en el estómago, dejándola en estado crítico.

Un día después, Moat, que aparentemente había creído erróneamente que Brown era un agente de policía, tiroteó a un coche patrulla, hiriendo de gravedad a su ocupante.

Si se hubiese entregado o le hubiesen capturado enseguida,las acciones de Moat probablemente no le habrían dado mucha notoriedad. Pero se dio a la fuga, se rapó el pelo al estilo mohicano y puso en práctica técnicas de supervivencia tipo Rambo para evitar que le encontrasen.

En el vacío de noticias de este caluroso verano británico, ciertas historias tienden a expandirse para llenar los huecos. Y la persecución de Moat, supuestamente la más larga en el país durante décadas, cumplió a la perfección el cometido.

El tabloide The Sun le calificó de "psico comando" atiborrado de esteroides, capaz de "vivir de la tierra durante semanas". Los canales de televisión se sumaron a la cobertura y llamaron a expertos en supervivencia para visitar los bosques cercanos y enseñar a la audiencia a cazar y comer conejos.

Cuando la policía (respaldada por las SAS y en un determinado momento por un avión de combate de la Fuerza Aérea) ya había estrechado el cerco, el surrealismo de la operación alcanzó un nuevo nivel con la llegada al lugar de la ex estrella del fútbol inglés Paul "Gazza" Gascoigne.

Según contó después en una radio local, Gazza (cuyos problemas con el alcohol son públicos desde que rompió a llorar en medio del campo durante un partido de las semifinales del Mundial de 1990) se acercó aparentemente borracho al lugar de la operación policial para llevarle una lata de cerveza a "Moatie" y un poco de pollo. Al parecer, el futbolista creía que podía hacer que se rindiera.

No hubo rendición. Después de seis horas de espera, se escuchó un solo disparo, el de la pistola de Moat al suicidarse.Pero la historia no acaba ahí.

Cuando Moat aún estaba en plena fuga, se supo que las autoridades carcelarias habían emitido una alerta advirtiendo de que podría intentar dañar a su ex novia. Pero se pasó por alto. En los días posteriores a su muerte también salieron a la luz grabaciones de Moat pidiendo ayuda psiquiátrica; una ayuda que nunca se le proporcionó.

Una vez muerto, el apoyo a su figura creció como la espuma, con más de 30.000 miembros apuntados a un grupo de Facebook titulado "R.I.P Raoul Moat, You Legend!". El grupo fue finalmente borrado, pero no por la red social, que se negó a hacerlo, sino por su creadora, Siobhan O'Dowd, en respuesta a las críticas.

Aunque parte de la simpatía que ha generado este caso parece estar basada en la misoginia o el desprecio hacia la ley, gran parte de ese apoyo radica en una percepción de su muerte como la determinación sistemática de la policía y de los medios a perseguir a la gente inestable, o el poco respeto hacia los derechos de una parte de la sociedad a la que representaba Moat.

Una respuesta dividida por parte de los analistas también ha revelado que la insistencia del primer ministro en que no se debe de mostrar simpatía alguna hacia un "asesino cruel" se percibe como algo demasiado simplista, y su oposición a las páginas en Facebook como un claro error de apreciación sobre los temas de libertad de expresión.

Facebook defendió los grupos insistiendo en que su red social es para que la gente "hable de cosas de una manera abierta". Añade que el desagrado por un tema a debate "no es una razón para impedir que se produzca ese debate".

Por el contrario, el articulista de The Daily Telegraph Ed West ha criticado la "dianificación" de Moat, comparando lo sucedido con el duelo popular tras la muerte de la Princesa de Gales.

"Dejemos que su familia y seres amados le lloren, pero el resto de nosotros deberíamos guardar nuestro respeto hacia las víctimas".

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